Graciela Elizabeth Flores tiene miedo. Hace cuatro meses, después de que ella pidiera el divorcio, su exmarido y padre de sus cuatro hijos, la abordó en la calle a plena luz del día, la tiró al piso e intentó cortarla con un cuchillo. Ella lo denunció y el hombre fue detenido. Sin embargo, el jueves pasado salió en libertad bajo ciertas condiciones y ahora ella teme por su vida. “Sé que me quiere matar”, aseguró.

“Él está suelto y yo puedo ni llevar a mi hija a la escuela. Tengo miedo. La Policía está al tanto y tengo que llamar al 911 si se acerca a mí, pero si lo hace de golpe no voy a tener tiempo de agarrar el teléfono”, relató la mujer.

Todo comenzó cuando, después de 32 años de estar con su pareja, Graciela decidió irse de su casa con sus hijos. “Vivía un calvario, ya no aguantaba más”, dijo en torno a la relación que mantenía con Oscar Chavero.

Después de eso, ella inició los trámites del divorcio y al recibir la notificación, él la abordó en la calle. A las 13,30 del 8 de junio pasado, mientras Graciela estaba con su hija de 10 años, él la encontró en España y Superiora, en Rawson, la golpeó, la dejó en el suelo e intentó cortarla con un cuchillo. La gente que estaba en la zona casualmente se acercó a socorrerla y el hombre quedó detenido.

“El jueves pasado me informaron que había quedado en libertad hasta que se haga el juicio. Yo sé que si llamo a la Policía ellos me van a ayudar. Pero me da miedo salir a la calle, aunque tiene una orden que le impide acercarse a nosotros yo sé que me va a buscar. Él conoce todos mis movimientos. Estoy muy asustada”, aseguró la mujer.

Y pidió: “Le suplico a los jueces que lo dejen en el Penal, él no está bien. Y yo tengo que salir, tengo que llevar a mi hija a la escuela. No puedo más”.