Un empleado de comercio enfrenta una investigación por el presunto abuso sexual de su hija y de una amiga de ella, ambas menores de edad.

Según fuentes judiciales, el acusado es un hombre de 47 años con domicilio en Chimbas que trabaja en una pinturería, al que no se lo identifica para preservar la integridad de las víctimas.

Días atrás el juez de Garantías Federico Rodríguez dispuso la apertura de la investigación y concedió a la UFI Anivi un plazo de 1 año para llevar a cabo esas tareas.

La denuncia indica que uno de los episodios ocurrió a mediados de diciembre del año pasado, cuando la hija del imputado, de 16 años, se quedó a dormir en la casa de su padre. Según fuentes vinculadas al caso, mientras la menor dormía sintió una molestia en su cara y pensó que se trataba de un bicho. Sin embargo, al abrir los ojos descubrió que a su lado tenía a su papá con los pantalones abajo y se dio cuenta de que eso que había sentido era su pene, que no logró introducírselo por la boca. En el expediente consta que la víctima le preguntó qué estaba haciendo, y que el hombre mientras se subía el pantalón le respondió que nada.

La denuncia fue radicada por la madre de la chica. Esa menor además le contó a la mujer que su padre en una oportunidad había manoseado a una amiga de ella, de 17 años.

El caso tuvo una situación tensa el día 14 de enero de este año, cuando la hija del acusado lo confrontó. Según los voceros, ese día el hombre no sólo le confirmó lo que la menor había visto la noche de mediados de diciembre, sino que además le reveló que en otras oportunidades le había hecho lo mismo, sin que ella se diera cuenta.

Los padres de la amiga de la hija del imputado fueron contactados por los pesquisas y también hicieron la denuncia.

El sospechoso es asistido por el abogado Horacio Merino. En la primera audiencia, en la que conoció de qué se lo acusa, se negó a declarar ante el juez Rodríguez.

La ayudante fiscal de la UFI Anivi Gabriela Blanco (en representación de la fiscal Valentina Bucciarelli) solicitó al magistrado que permita que las menores declaren vía audiencia videograbada (Cámara Gesell). Esa petición fue concedida y ahora esa prueba será fundamental para el futuro de la causa. Provisoriamente al hombre le imputaron el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo (por la hija) y abuso sexual simple (por la amiga).

El empleado de comercio llegó en libertad a la primera audiencia, en la que Fiscalía pidió dejarlo preso preventivamente por 6 meses. Sin embargo, el juez hizo lugar al planteo de la defensa y lo dejó libre, imponiéndole otras medidas como la prohibición de acercamiento y la promesa de someterse al proceso sin entorpecerlo.