Un jornalero de 24 años, de Sarmiento, fue condenado ayer por el juez de Garantías, Juan Gabriel Meglioli, a 3 años sin detención, por haber cometido abusos simples contra tres sobrinas desde que tenían 10 u 11 años. Las víctimas son dos hermanas que hoy tienen 13 y 15 años y otra jovencita de 16 años, que fue la que más sufrió los manoseos de ese joven porque ambos convivían en la misma casa, indicaron fuentes judiciales.

La decisión que tomó ayer el juez representó una adhesión a la propuesta del fiscal Duilio Ejarque y el ayudante Benjamín Spatzer (UFI Anivi), quienes habían llegado a un acuerdo de juicio abreviado con el imputado y su defensor Mario Bustos.

El caso había sido denunciado el 30 de marzo pasado por una docente de la escuela a la que concurre una de las menores víctimas. Y a raíz de la declaración de esa niña, se supo que no era la única víctima de su tío, pues su hermana de 15 y otra prima de 16 años también revelaron que eran abusadas.

Según las niñas, los ataques de su tío ocurrían generalmente cuando dormían. Despertaban cuando sentían que eran manoseadas en sus partes íntimas y, al saberse sorprendido, su atacante no decía nada y se alejaba. Una de las menores contó que, con la excusa de mostrarle unos conejos, también la manoseó a plena luz del día.

Los dichos de todas las niñas fueron analizados por psicólogas del Anivi y considerados verosímiles. Las profesionales concluyeron que por el nivel de detalles aportados por las niñas y los indicadores verbales y no verbales (gestos, expresiones, rasgos emocionales, entre otros) detectados durante las entrevistas, cabía concluir que habían sido víctimas de situaciones de abuso sexual a manos de su tío.

Esa prueba fue clave para inclinar la balanza contra el imputado que, a cambio de una rebaja de pena, prefirió confesar su autoría en las agresiones sexuales a sus propias sobrinas.