Preocupada. Jessica Olmos dijo que siente miedo por todo lo que está pasando. Pero aseguró que ella no golpeó a su cuñada y que ella ya venía con problemas de salud desde antes.

 

La acusada de golpear a su cuñada y dejarla grave se defendió de las denuncias en su contra. Jessica Olmos (29) admitió a este diario que tuvo una pelea con María de los Ángeles Quilpatay (31), con quien comparte casa en Alto de Sierra, Santa Lucía, pero dijo que nunca la revoleó contra una pared, como habían asegurado una hermana y uno de los 6 hijos de la mujer que entró con un edema cerebral al Hospital Rawson, donde ayer continuaba internada.

"Dice ella que yo le he pegado y nada que ver. Yo no la he tirado contra una pared. Yo la tenía agarrada nada más, pero no le he pegado en ningún momento", afirmó Olmos, que es ama de casa y no tiene hijos.

La mujer dijo que se enojó con Quilpatay porque trató a su madre de "vieja cul…". Fue el pasado sábado por la noche, cuando ella salía de bañarse y escuchó cuando su cuñada hablaba con otras parientes de un altercado que ocurrió el sábado anterior, cuando en medio de un bautismo Quilpatay peleó con una hermana de Olmos por un problema familiar.

"Esa vez yo la dejé pasar, fue mi hermana la que saltó, yo no me metí porque no quería tener problemas. Pero ahora cuando trató a mi mamá de vieja cul…, yo salté, me molestó", sostuvo.

"Salí y le dije que estaba escuchando. Le dije a mi marido para que la hablara. Pero después se metió una vecina, y cuando fui a hablarla a ella, la otra (Quilpatay) me pegó de atrás", relató.

Desde la otra vereda habían dicho que Olmos, al ser grandota y con fuerza, tiró a su cuñada contra una pared. Ella lo negó y adujo que "yo terminé con un dedo quebrado que me duele mucho". 

Después de ese episodio, Quilpatay tuvo convulsiones y fue asistida por una ambulancia. Por la tarde del día siguiente la internaron en el Hospital Rawson. Su hija mayor había dicho que estaba muy preocupada por su estado, pero ayer tuvo una leve mejora, según su madre, aunque sigue grave.

Al advertirle del estado de salud su cuñada, Olmos se excusó diciendo que "ella ya venía con problemas, decía que le daban puntadas en la cabeza desde antes". "Estoy nerviosa porque todos me echan la culpa, pero yo obvio que voy a defender a mi madre", cerró, visiblemente preocupada.

La Policía citó a Olmos con un abogado. Hasta ayer no había ido.