"Yo soy mujer y entiendo lo de la violencia de género, pero cuando no hay nada de eso no pueden hacer de una discusión de pareja todo el daño que hicieron, porque acá el único dañado no es sólo él, que ya va a llevar dos años preso por algo que no hizo, mi exyerno nunca violó ni secuestró a mi hija". La explosiva frase corresponde a S.C.L. la exsuegra de ese joven de 27 años (M.A.T. no mencionado para preservar a su hija), quien aclaró que lo "único que defendemos es la verdad. Imagínese, yo no soy la madre de él, soy la madre de ella, con decirle que las veces que discutieron él se venía a mi casa y no iba a las de sus padres, que era lo más lógico", precisó.

El polémico caso había sido anticipado la semana pasada por este diario, cuando se informó que la fiscal de Cámara Marcela Torres había acordado con la defensora de ese joven, Romina Vargas Chirino, un juicio abreviado en el que se pactó que el joven cumpliera 3 años de prisión efectiva por coacción (amenazas agravadas). En ese convenio, se eliminaron los más graves delitos que pesaban contra ese joven, el abuso sexual con acceso carnal (violación) y la privación ilegítima de la libertad, porque de los mismos dichos de la víctima en el expediente se desprendía -en su opinión- que esas maniobras no existieron.

El juez Martín Heredia Zaldo (Sala I, Cámara Penal) debe resolver si acepta ese acuerdo. Si lo hace no podrá aplicar una condena más elevada a la que le propusieron.

Según voceros judiciales, en la causa consta que esa joven de 30 años aludió a haber sido amenazada con un cuchillo por su pareja en un contexto también polémico, pues ella le había dicho que quería separarse y él amenazó con quitarse la vida si eso sucedía.

Además, aseguró que luego le "insistió alrededor de media hora" para tener sexo, que ella accedió con la idea de que luego se fuera de la casa, y que "no sintió como una violación" ese acto sexual.

Si bien dijo, además, que él cerró la puerta con la única llave que tenían, que le quitó el celular y luego le cambió el patrón, también dijo que durmió con él y que al otro día le entregó el aparato, se lo desbloqueó y ella pudo hablar con su mamá para pedirle que la fuera a sacar de la casa con la otra llave que tenían.

Si el juez acepta el acuerdo de juicio abreviado no podrá aplicar un castigo mayor.

Ayer, la madre de esa joven aseguró que aquel 8 de octubre de 2018 en la mañana, ella llamó a la Motorizada de Chimbas para que la acompañaran, porque al llegar a la casa nadie contestaba y temía que le hubiera pasado algo a la pareja, ya que él, el día anterior, amenazaba con suicidarse si se separaban.

"Lo del cuchillo lo pusieron los policías, mi exyerno jamás pudo sujetar, como dicen, ese gran cuchillo en el pantalón corto finito que tenía puesto ese día sin que se le cayera. Yo no vi nada de eso. Además, cuando entramos, mi hija estaba la cocina, no estaba secuestrada".

"Acá la familia de él y la nuestra también están sufriendo por esta situación injusta, todos en mi familia, mi madre, mis hermanos, todos lo apoyamos, porque sabemos la clase de gente que es. Es más, mi hija quiso ir a verlo al Penal y nunca la dejaron. Y tuvo que intervenir un psicólogo de la escuela para que la dejaran a mi nieta ir a verlo porque estaba muy deprimida, dormía abrazada a la ropa de su papá", dijo la mujer.

Según la exsuegra del detenido, en los 8 años que estuvieron en pareja "jamás la vi lastimada o con un ojo negro. Seguro que habrán tenido discusiones, y últimamente discutían porque ella trabajaba y él se hacía cargo de la casa y la nena porque no tenía trabajo, pero ¿qué pareja no discutió?", aseguró.

Y concluyó: "Acá hay que averiguar bien cómo son las cosas, porque no pueden ir contra las personas de la manera que fueron contra él. Mi hija y yo siempre quisimos decir la verdad, pero no nos creyeron porque decían que queríamos defenderlo. Y por supuesto, si no hizo nada".