La situación de los dos conductores que el último domingo causaron la muerte del niño de 8 años en Rawson es distinta, puesto que uno de ellos seguirá preso y desde Fiscalía adelantaron que la intención inicial es que pague con la pena más dura que comprende el delito que le achacan, un homicidio culposo quíntuplemente agravado, cuya escala penal es de 3 a 6 años de prisión.

Se trata de Walter Sigalat, un albañil de 27 años. El juez Juan Gabriel Meglioli le dictó ayer 4 meses de prisión preventiva, dos meses menos de lo que había solicitado el fiscal Francisco Micheltorena, de la UFI Delitos Especiales.

Diego Pérez. Fue excarcelado y seguirá el proceso en libertad. Pese a que conducía ebrio, Fiscalía entendió que colaboró en todo momento.

En cambio, el otro conductor involucrado, Diego Pérez (32), ayer mismo fue excarcelado y seguirá el proceso en libertad.

¿Por qué Sigalat está más complicado? Porque son cinco los agravantes que le imputaron: manejar alcoholizado (tenía 1,26 gramos de alcohol por litro de sangre), no poseer licencia de conducir, circular en contramano, intentar fugarse y por culpa temeraria (se considera que se le representó el peligro de su maniobra al volante pero confió en poder evitarlo). Respecto a este último punto, Micheltorena mencionó que Sigalat circulaba sin luces y a una velocidad inapropiada para atravesar un cruce de calles.

Resta conocer unas pericias para saber si Sigalat iba con exceso de velocidad.

Por su parte, a Pérez le endilgaron dos: conducir ebrio (0,75 g/l) y no tener licencia.

Asistido por la abogada María Noriega, Sigalat ayer decidió declarar ante el juez. Dijo que había estado con unos amigos mirando la final de la Copa América y que el siniestro ocurrió cuando regresaba a su casa. "La verdad no sé por qué doblé en ese sentido, nunca lo hago. Después del impacto no recuerdo nada. Cuando volví en mi cabeza ya estaba en la comisaría y cuando me di cuenta no lo podía creer", expresó y luego pidió perdón "de corazón" a la familia de la víctima y a la suya. "Nunca fue queriendo, nadie pensaba eso", completó, un tanto nervioso.

Pérez también dio su versión, por recomendación de Gustavo De la Fuente, su defensor, y lo que hizo fue cargar cañones contra el otro imputado. "Yo venía bien", aclaró en el comienzo de su relato. Luego explicó que tras el impacto "traté de mantener el auto pero no pude". "Me bajo, le digo (a Sigalat) "pará, pará", pero arrancó, se fue", afirmó. En su caso Fiscalía no pidió prisión preventiva, al entender que tuvo una actitud diferente a la de Sigalat, puesto que no intentó huir y, por el contrario, colaboró con las personas que trataban de salvar a la víctima.

El hecho ocurrió a eso de la 1.50 del domingo, en la esquina de Félix Aguilar y Santa Rosa, en Rawson. Por esta última calle y en contramano (hacia el Norte) circulaba Sigalat en su Renault Clio. Pérez lo hacía por la otra en su Ford Taunus, rumbo al Oeste. Fue este último auto el que rebotó y se subió a la vereda, donde Benjamín Silva (8) esperaba para cruzar hacia su casa, ubicada enfrente. El nene fue aplastado contra una pared y no sobrevivió. Sigalat luego del choque dobló por Aguilar para huir, pero no llegó lejos porque un problema en una rueda se lo impidió. "Le arrebataron la vida, queremos justicia, tenía una vida por delante", había dicho Valentina, hermana del nene.