Fue una pequeña mancha de sangre en una bombachita lo que alertó a una tía, que en los últimos días había quedado al cuidado de los hijos de su hermana. Cuando se lo comentó a la madre de los chicos y la mujer comenzó a indagar entre los menores, su nena de 8 años, que sufre un leve retraso mental, no aguantó las lágrimas. Tampoco se guardó la verdad sobre el origen de esa mancha: apuntó directamente a su abuelo de 67 años, que la tenía amenazada. Enseguida hubo denuncia en el ANIVI. Y enseguida también un psicólogo de ese organismo, supo que la niña no mentía por la alta correspondencia entre los detalles que describía con una situación real de abuso sexual. Además, un médico habría concluido que la lesión en sus genitales no habría sido de la magnitud suficiente como para hacerla perder su virginidad, aunque las autoridades judiciales esperan el informe final de ese profesional, dijeron fuentes judiciales.

Lo que siguió en la causa fue una consecuencia lógica: el juez que interviene, Alberto Benito Ortiz (Primer Juzgado de Instrucción) ordenó la inmediata detención del sospechoso, que fue capturado el último jueves en su casa de Albardón, precisaron los voceros.

Según fuentes de la investigación, en su relato ante los psicólogos la niña habría dicho que su abuelo abusó de ella "varias veces", aunque describió al menos dos situaciones en que los ataques sexuales se le quedaron más fijados: una vez en que detalló cómo el hombre la obligó a practicarle sexo oral y otra en que la lastimó con sus dedos, indicaron.

Ahora, el magistrado esperará los informes psicológicos definitivos y también el resultado de otras pruebas que ordenó para poder calificar qué tipo de delito pudo cometer el detenido.

Una vez que el acusado conozca todas las pruebas, podrá dar su versión de los hechos o negarse a declarar. Luego de ese paso procesal el magistrado deberá resolver si cabe o no procesarlo. Por ahora, todo indica que el abuelo podría seguir en la cárcel, con prisión preventiva.

Procesado con prisión preventiva

El último jueves, este diario publicó otro hecho en que el mismo juez que ahora investiga el caso de Albardón, Alberto Benito Ortiz (foto), resolvió procesar con prisión preventiva a otro abuelo abusador: un changarín de 67 años que, al menos durante un año, violó a su propia nieta en Pocito. La chica contó que todo comenzó antes de que cumpliera 15 años y que era ultrajada tres veces por semana. Según su relato, el sujeto la sorprendía a la salida de la escuela y se la llevaba en moto a unas fincas. También aseguró que esos terribles ultrajes sexuales sucedían por las tardes, cuando su abuela iba a su casa y se la pedía a su mamá con la excusa de que lo acompañara a una agencia de quiniela. El caso fue denunciado por la madre la niña el 28 de abril de 2016 y el sujeto quedó preso el 3 de julio pasado.