Natalia Cepeda tiene la bronca intacta: "Tienen que darles perpetua como pidieron la fiscal y mi abogado, porque a mi marido lo mataron para robarle, seguro que escucharon que había alquilado las tierras en $100.000 y creyeron que eran dólares porque él era norteamericano… se aprovecharon de la confianza que les dio, no merecen perdón", dijo ayer. Su "marido" era Jesse Jay Cieslicki y tenía 37 años cuando murió a causa de las múltiples fracturas en su cabeza (también le quebraron el esternón) que le provocaron principalmente con la pata de una mesa, la madrugada del 26 de marzo de 2019, en su casa de la localidad de San Carlos, en Sarmiento. Según Cepeda, Jesse Cieslicki vivía en Miami, EEUU, y se mudó en 2004 a San Carlos con su papá, quien compró 120 hectáreas en esa zona.

La pena máxima la solicitaron ayer la fiscal Marcela Torres y el abogado de Cepeda, Juan Marcos Zapata Marcone. Con algunas diferencias: Fiscalía entendió que el "Tucumano" Alejandro Ceferino Nievas (30) y quien entonces era su pareja, Brisa Balmaceda (21) cometieron un homicidio criminis causa, es decir aquel que se comete para asegurar el resultado y la impunidad en otro delito, el robo (un televisor, una maleta, una mochila, un decodificador y un control remoto). Zapata consideró que, además de ese agravante, cabía imputarles a los acusados el concurso premeditado de dos o más personas y la participación de una menor, una chica que por entonces tenía 15 años (es inimputable) y también estuvo en esa juntada donde abundó el alcohol y las drogas. De hecho, la víctima tenía 2,72 gramos de alcohol por litro de sangre y le detectaron cocaína, marihuana y los psicofármacos que ingería para combatir la depresión por la muerte de su papá, ocurrida dos años antes de ser asesinado, según Cepeda.

Ayer, los defensores de ambos imputados pidieron a los jueces Maximiliano Blejman, Silvina Rosso de Balanza y Víctor Hugo Muñoz Carpino (Sala II, Cámara Penal), la absolución por el beneficio de la duda para sus defendidos.

El defensor oficial, Marcelo Salinas, aseguró que hubo una pelea que involucró a su defendido, Nievas, pero consideró que por su estado de ebriedad, similar al de la víctima, quedaba la duda de que hubiera acometido con tanta violencia a Cieslicki, y que fuera el autor de su muerte. En su declaración, el acusado había dicho que él sólo quiso impedir que el "yanqui" abusara sexualmente de la menor y que fue esta chica la que le pegó con la pata de la mesa a la víctima. "Brisa Balmaceda no tuvo nada que ver", aseguró Nievas al comenzar el juicio. Y ese fue el argumento de la defensora María Noriega para pedir la absolución.

Hoy, el tribunal escuchará las últimas palabras de los acusados y dará a conocer su veredicto.

 

  • "Severo llamado de atención" a Noriega

Maximiliano Blejmen, presidente del tribunal que juzga a los imputados por el crimen de Jesse Cieslicki, formuló ayer un "severo llamado de atención" a la abogada María Filomena Noriega, por llegar tarde a los alegatos y por abandonar la sala de audiencias cuando aún no habían concluido esta instancia procesal. "¿¡Cómo puede alegar sobre hechos (relatados por Fiscalía) que escuchó por la mitad!?, además interrumpió la defensa de su cliente (Brisa Balmaceda)", recriminó el magistrado, remarcándole que en el futuro se abstenga de concretar esos actos. Le letrada había abandonado la sala sin decir nada instantes antes de que se produjera la réplica y la eventual dúplica sobre algunos puntos de los alegatos, quedando el codefensor José María De Vita, alguien que tuvo un protagonismo menor a Noriega durante el debate, indicaron fuentes judiciales.