Algunas joyas, algunos dólares y pesos, teléfonos y un auto, son las pruebas que complican a los gitanos en una jugosa estafa. Como es un delito excarcelable, uno ya salió.

Eran casi las 11 de la mañana cuando sonó el teléfono en un departamento de calle Entre Ríos, en el corazón del microcentro. Atendió el dueño de casa y enseguida le pasó la llamada a su esposa jubilada, pues quien llamaba decía ser su hija Julieta. La voz, con algo de ansiedad, la hizo entrar enseguida en la trampa de que había que entregar toda la plata y otros valores al gerente de un banco que pasaría por la casa, pues ese mismo día vencía el plazo para cambiar, ya que se venía una devaluación grande, del 70%. Instantes después, la mujer de 70 años, Elina Yapur, se puso a juntar todo el dinero que tenía: unos 74.000 dólares (casi 3.250.000 al cambio de ayer), 120 euros, 20.000 pesos, y sus costosas joyas, más de 50, prácticamente todas de oro, dijeron fuentes judiciales.

El complemento de esa llamada que no se cortó, fue hacer salir al marido de la mujer hasta la sucursal del Banco San Juan de calle Las Heras para "completar el trámite", con la consigna de desactivar su celular para no generar "interferencias". Así, sacaban de la cancha a un hombre que podía entorpecer el plan y ganaban tiempo para que el "gerente" fuera a retirar el botín con toda comodidad.

Cuando el marido de Yapur volvió con la verdad, todo era un engaño porque Julieta no era la del teléfono, ya era tarde. Y aquel 6 de febrero pasado, la familia se quedó sin la plata que tenían por la venta de una finca, los ahorros de otra hija y todas sus joyas.

Entonces se inició una pesquisa, básicamente telefónica, que pronto derivó las miradas a unos gitanos de apellido Traico, especialistas en fraudes telefónicos, que registran domicilios en Las Heras y Guaymallén.

Allí, los policías apresaron a Jorge Traico y su pariente Daniel Juan Traico. Les secuestraron un Fiat Palio rojo, teléfonos, algunas joyas, algunos dólares, pesos y otros valores que no se acercaban al millonario botín, pero que sirvieron de prueba para complicarlos.

Ante el juez de Instrucción Guillermo Adárvez, ambos se negaron a dar su versión y a través de un abogado mendocino pidieron ser excarcelados, pues la estafa, delito que les atribuyen, permite este beneficio.

Según fuentes judiciales, el magistrado solo le concedió la excarcelación a Jorge Traico, bajo una doble fianza: aportar un fiador personal y una fianza real de 1 millón de pesos que el sospechoso abonó y ya está de vuelta en la calle, dijeron.

Daniel Juan Traico podrá quedar libre en iguales condiciones, pero resultó que tenía un pedido de captura de Jujuy, por lesiones, y el juez pretende constatar si es cierta o no la versión de su defensa, de que allí está sobreseído, precisaron.

Son dos gitanos de Mendoza, acusados de obtener un jugoso botín. Uno pagó y ya salió, el otro espera. emanrique