"Muy sacado". José Emanuel Ferreyra había llegado al Loteo El Prado a comer un asado con otros policías. Esa madrugada, terminó muy descontrolado.

 

El agente José Emanuel Ferreyra (28) quedó en una situación muy complicada, como sospechoso en la Justicia penal y también como miembro de la Fuerza, de la que puede ser expulsado. Ayer, el juez Juan Pablo Ortega (Primer Juzgado Correccional) lo procesó porque, ebrio (tenía 1,39 gramos de alcohol por litro de sangre) hirió a trompadas y patadas a un comerciante, sólo porque le pidió correr el auto de la entrada de un loteo, donde se quedó dormido, interrumpiendo la salida. En realidad, no pudo irse porque a causa de su ebriedad chocó tres veces el portón con su auto y no hizo lo más sencillo: intentar abrirlo manualmente. Esa vez también lesionó a dos policías de la seccional 31ra de Las Chacritas, 9 de Julio, que llegaron a detenerlo. Y a otros dos efectivos que querían meterlo al calabozo, donde finalmente quedó preso la madrugada del 26 de julio pasado, dijeron fuentes judiciales.

El magistrado le imputó a Ferreyra los delitos lesiones leves (cinco hechos), amenazas, daño y resistencia a la autoridad. Como esos ilícitos permiten la excarcelación, el juez se la concedió días atrás con tres condiciones: hacer un curso en Alcohólicos Anónimos y reportar mensualmente el avance; no acercarse al hombre que lastimó (Santos Díaz, 64 años) ni tampoco al Loteo El Prado, en Las Chacritas, donde ocurrió todo. Y presentarse entre 1 y el 5 de cada mes mientras la causa siga en el juzgado, precisaron los voceros.

En su resolución, el magistrado también decidió enviar copias del expediente a la Subsecretaría de Inspección y Control de Gestión, para que allí investiguen a los policías que llegaron a detenerlo y nunca lo esposaron cuando eso se imponía por su alto grado de violencia. Y a otro uniformado que llegó al lugar, revisó el Peugeot 206 de Ferreyra, al parecer, para sacar de allí su arma reglamentaria, y luego se fue, indicaron.

"Ferreyra estuvo lejos de actuar como un ciudadano correcto, pero más lejos aún estuvo de asimilarse a un buen policía manchando así a toda una fuerza policial, que merece respeto de toda la sociedad".

Eran las 3,38 de aquel día (todo quedó registrado en un video del barrio privado) cuando Ferreyra quiso salir (estuvo en un asado con otros policías) sin abrir el portón y lo chocó. Y lo hizo otras dos veces antes de quedarse dormido. A las 6.27, Santos Díaz y su esposa quisieron salir y no pudieron por el auto del agente. Díaz le tocó el parabrisas, Ferreyra intentó poner en marcha el auto, no pudo y se volvió a dormir. La insistencia de Díaz lo "sacó" de manera incontrolable, al punto de golpearlo y amenazarlo de muerte, reveló la investigación.

 

Ya le había quebrado la nariz a un chico

Juan Emanuel Ferreyra está suspendido en la Policía y todo parece indicar que son sus últimos días en la Fuerza, porque no es la primera vez que no controla su violencia. El 21 de octubre pasado, una mujer de 9 de Julio lo denunció por quebrarle la nariz a su hijo de 16 años, entre otras lesiones, cuando lo trasladaba en un móvil policial junto a un amigo, sospechados ambos de correr una picada en moto. En realidad -según la denunciante- su hijo y el otro jovencito estaban a un costado de la ruta porque se les había pinchado una rueda, pero Ferreyra y otro efectivo no dieron fe de esa versión y los apresaron. El problema ocurrió en el interior de la camioneta de la seccional 11ra (último destino del agente) porque al parecer el chico insistió en que no tenían por qué apresarlo y Ferreyra lo atacó.

Esa causa aún se encuentra en trámite en el Primer Juzgado de Instrucción.