Los seis rugbiers y el manager acusados de abusar sexualmente de una joven en una fiesta ocurrida en diciembre pasado en una casa de Chacras, denunciarán ante la Justicia a la presunta víctima por falsa denuncia y falso testimonio.  Juan Day, defensor de los imputados, sostuvo que la "denunciante jamás estuvo inconsciente esa noche" y que "los primeros contactos íntimos que voluntariamente mantuvo fueron realizados a la vista de terceros".

El defensor de los rugbiers además hizo hincapié que la presunta víctima cambió parte de su denuncia "luego que una de sus amigas la desmintiera, señalando que siempre la vio bien en la fiesta". Debido a esto, Day consideró que "hay falso testimonio". Además lamentó que los abogados de la víctima "utilicen, cobardemente, al padre de la denunciante, y a la prensa, para satisfacer los odios y resentimientos que abrigan en mi contra". 

Los tribunales mendocinos

Todo esto fue expresado por Juan Day por medio del siguiente escrito: 

1) La denuncia que originó el proceso penal contra los “rugbiers” por presuntos abusos sexuales, y que tan mediáticamente se ha ventilado estos días, es totalmente falsa. Ello motiva que en el día de la fecha los afectados por esta falsedad realicen la pertinente presentación ante la Fiscalía en turno por los delitos de falsa denuncia y falso testimonio.

2) No se puede revictimizar a alguien que no ha sido víctima. Es gravísimo que se generen este tipo de procesos falsos, razón que amerita la denuncia que haremos.

3) La denunciante jamás estuvo inconsciente esa noche. Los primeros contactos íntimos que voluntariamente mantuvo fueron realizados a la vista de terceros, tal como lo relató incluso una de sus amigas. Sobre el final de la fiesta, la excesiva gesta de alcohol produjo sus efectos en todos los asistentes, lo que de ninguna manera permite alegar un estado de inconsciencia para construir un delito de abuso sexual. Si semejante alcance quisiera dársele al efecto del alcohol, a todos debería comprenderles y por ello nunca existiría delito en la ocasión.

4) La denunciante rectificó su denuncia luego que una de sus amigas la desmintiera, señalando que siempre la vio bien en la fiesta. A pesar de haber manifestado en su denuncia, y ante su hermana y otra amiga que “no recordaba nada de la fiesta”, se presentó “espontáneamente” ante la Fiscalía, ya contando con asistencia legal, para adecuar su relato. Ahora pasaba a estar inconsciente luego de que se marchara aquella amiga que dijo haberla visto siempre alegre y consciente.

5) Tengo hijas que podrían estar en una situación así (argumento con lo que se me pretende cuestionar por defender a estos chicos), pero también tengo hijos –varones- que podrían estar injustamente involucrados en semejante infierno porque alguien con quien estuvieron íntimamente en una fiesta alega que “no recuerda” qué pasó esa noche –luego que su entorno le recriminara su conducta-. Debe saberse que tanto la denunciante como sus abogados pasivamente han aceptado que queden incluidos en este terrible proceso chicos totalmente ajenos al asunto.

6) Las agresiones en mi contra están motorizadas por el grupo de abogados que asiste a esta chica (y por los abogados que usualmente trabajan junto a ellos como querellantes en causas relacionadas a los “Derechos Humanos”). Lamento que utilicen, cobardemente, al padre de la denunciante, y a la prensa, para satisfacer los odios y resentimientos que abrigan en mi contra. Rompieron el código profesional de mantener dentro de los expedientes tales sentimientos. Es un orgullo para mí enfrentarlos nuevamente, haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar la indebida utilización del poder punitivo con el que pretenden, otra vez, condenar social y penalmente a personas que no han cometido ningún delito. 

Juan Horacio Day, DNI 22.250.145