"¿Cómo puedo hace para desbloquear un iPhone?", quiso saber la joven en un comercio de la Peatonal, y la particular curiosidad llamó la atención del chico de 15 años porque el día previo, cuando caminaba con su novia por el lateral Oeste de Circunvalación (entre Nuche e Ignacio de la Rosa, Capital), una pareja en moto los había sorprendido y justamente una mujer le puso una punta o algo similar en la cintura a su novia, le robó su celular, casi $3.000, su mochila, su campera y su bufanda. Y a él precisamente un iPhone y algo de dinero. No lo dudó, salió del local, avisó a la policía y esa misma tarde del 22 de agosto de 2017, esa joven, María Florencia Perisotto (26) quedaba detenida. Horas más tarde, alrededor de las 21, cayó presa también su pareja, Maximiliano Luciano Ruarte Buenamaisón (31), cuando llegó a la seccional 1ra a recibir las cosas de su novia (en realidad la mochila y lo que había robado) y las víctimas, presentes en la sede policial, lo reconocieron como cómplice de la chica.

Ayer, el juez Ernesto Kerman (Sala II, Cámara Penal) condenó a ambos a 3 años por robo simple, por entender que no se probó que Perisotto hubiese usado algún cuchillo o punta para asaltar a los jovencitos. La fiscal Leticia Ferrón de Rago sí creyó probado que usaron esa arma y pidió 6 años y 8 meses para Ruarte, y 5 años y 6 meses para su novia. El defensor oficial de la joven, Marcelo Salinas, pidió que se la condenara por encubrimiento. Y Roberto Olivera, la absolución para Ruarte.