Tenía eso de no quedarse quieto Néstor Tobar. Después de años de hacer trabajos de electricidad y mantenimiento en una bodega y de otros tantos en la empresa de energía provincial, en la que se jubiló, a Néstor le había quedado eso de encontrar siempre algo que hacer. Y su bicicleta era otro de sus pasatiempos favoritos. Tanto, que antes de enviudar solía recorrer varios kilómetros desde la casa de su segunda pareja en inmediaciones de 25 de Mayo y Matías Zavalla, en Desamparados, Capital, hasta su casa, donde ahora viven su hermana, su hija y su nieta, en Santa Lucía.

"Yo le decía en broma si me venía a marcar tarjeta, porque llegaba a la mañana, se iba al mediodía, volvía a la tarde y partía otra vez a la noche, así todos los días", dijo ayer su hija María.

Ayer, como tantas veces, salió a buscar algo de comer para el desayuno y, de paso, algunos repuestos para hacer algunos trabajos eléctricos en su casa. Partió en su bicicleta hasta un comercio cercano en inmediaciones de Libertador y Balcarce, pero cuando estaba a punto de llegar, a menos de 100 metros de su casa (unas 4 cuadras al Oeste de Balcarce) el conductor de una camioneta no pudo evitar embestirlo desde atrás y selló su suerte. Tres horas después, Néstor murió en el hospital Rawson, a causa de las graves lesiones, sobre todo en su cabeza.

El jubilado fue la primera víctima fatal por un accidente vial desde que rige la cuarentena

Néstor Francisco Tobar tenía 76 años y vivía en avenida Libertador al 5110 Este, en Santa Lucía. Era su casa y había vuelto allí hacía dos años, cuando enviudó de su segunda pareja. En el mismo lugar también viven una hermana suya, una hija (María) y una nieta del hombre.

"Era una persona muy activa mi papá, lo vamos a extrañar mucho", dijo su hija María.

Todo pasó alrededor de las 10,30 de ayer. Según la Policía y la propia familia de la víctima, a esa hora Néstor transitaba de Oeste a Este por Libertador cuando, por causas que se investigan, un joven de apellido Ortola al mando de una camioneta Ford F100, lo atropelló desde atrás, dejándolo gravemente herido.

Una de las hipótesis que se manejaban es que, al parecer, el jubilado intentó esquivar un charco de agua al costado de la calle. Y que esa maniobra lo llevó a meterse un poco más al medio del asfalto, sin percatarse de la camioneta.

"Vamos a esperar el trabajo de los peritos para saber cómo fue la mecánica del accidente. Por ahora todas son suposiciones y no se puede establecer con precisión cómo ocurrió ese siniestro a plena luz del día", dijo un jefe policial.