Víctima. Gustavo Quiroga recibió al menos 3 cuchillazos y pelea por su vida en el hospital.

Parece sacado de una película, pero no. Ocurrió durante la madrugada de ayer, en 9 de Julio. Por un lado, la pareja de siempre de una mujer. Por otro, un amor de un mes que se inició cuando ella se peleó con el primero. Una pelea entre ambos dejó a uno de ellos al borde de la muerte. Todo, con condimentos especiales.

El de siempre

Lorena Sánchez (32) vio por primera vez a Gustavo Daniel Quiroga (43) hace 18 años, cuando él, nacido en San Juan, viajó a Buenos Aires a visitar a una tía. Ella es porteña, del partido de La Matanza. Allí se conocieron y empezaron una relación que pasó por varios altibajos. En común tienen cinco hijos (16, 15, 13, 12 y 10 años), pero él tiene otros con otras mujeres, según Sánchez. Hace 5 años, en el 2014, se vinieron para acá y se instalaron en 9 de Julio, en el Loteo Torino, sobre la calle Beguerí. La relación con él nunca fue fácil, admite ella, porque "le gustaba tomar, tomaba mucho y me celaba y me pegaba". Lo denunció al menos tres veces, pero como "no cambiaba", hace dos meses decidió dejarlo.

La de la discordia. El amor de Lorena Sánchez (foto) fue el motivo que desató la violenta pelea. Ayer ella dijo a este diario que está del lado del padre de sus hijos y que espera que se recupere para poder estar juntos.


El pasajero

Había pasado alrededor de un mes de aquel día en el que había terminado con Quiroga. No buscaba nada pero Diego Germán Campos (29) se coló en su camino. Lo vio un día que fue a visitar a una amiga que vive cerca de la casa de él, en la Villa 9 de Julio. Se hablaron, se empezaron a ver seguido y se pusieron de novios. Sin embargo, el amor les duró apenas un mes, precisamente hasta el pasado viernes, cuando cerca del mediodía ella le dijo que no lo quería más porque su idea era volver con el padre de sus hijos, que esos días había estado tratando de convencerla para que se reconciliaran. A la decisión se la comunicó estando Quiroga al lado suyo, parados los tres en la puerta de la casa. A Campos le costó digerirlo y se marchó con un "esto no va a quedar así".


Noche de amor y terror

El sábado por la noche, Sánchez y Quiroga celebraron su reconciliación junto a sus cinco hijos, con sorpresa incluida: en medio de la cena él le propuso casamiento y ella aceptó. A las 0.30 (ya de ayer) se fueron a dormir, "felices", según ella. En la cama matrimonial de la pareja también se acostó el hijo de ellos de 10 años. En el otro dormitorio estaban los otros chicos. La paz se cortó a eso de las 4.50, cuando se les apareció Campos. El sujeto entró por la puerta, que estaba sin llave, y se fue directo a la habitación de la pareja. A Sánchez le dio dos golpecitos con las manos en la cara y le alumbró la cara con el celular. "¿Qué hacés acá?", le preguntó la mujer. "Así que te quedaste con él nomás...", le respondió. Quiroga escuchó los ruidos y se despertó. Allí los dos hombres empezaron a discutir acaloradamente, se trenzaron a golpes y de un momento a otro Campos sacó de su pantalón un cuchillo y le propinó al menos tres puntazos, en el tórax y el abdomen. Después de eso huyó en su bicicleta.

Detenido. Diego Campos fue señalado por la Policía como el agresor. Cayó en 25 de Mayo.


Cómo siguió

En medio del drama, el hijo de 15 años arrancó la moto de Quiroga y lo llevó hasta la salita de 9 de Julio. Desde allí lo derivaron al Hospital Rawson, donde constataron que las heridas eran graves, como uno de los cuchillazos que le perforó un pulmón. Por la mañana fue operado y quedó internado en Terapia Intensiva.

Mientras eso ocurría, los policías de la Brigada Este trabajaban para dar con Campos. La investigación resultó positiva cerca de las 8, cuando lo hallaron caminando por la zona de calle 2 y callejón Pringles, en 25 de Mayo, cerca de lo de un familiar. Tenía su remera con sangre y magullones en los brazos que al parecer sufrió cuando peleaba con Quiroga, dijeron fuentes policiales. Al sujeto lo acusan de tentativa de homicidio. Quedó a disposición del Cuarto Juzgado de Instrucción.

"Lo único que me preocupa es la salud del padre de mis hijos, que se salve porque quiero seguir con él. Cuando conocí al otro chico nunca pensé que podía hacer algo así", se despidió Sánchez.