Un portero de escuela jubilado de 69 años reconoció ayer que violó en tres ocasiones a la amiguita de su hijo. Y como en un juicio abreviado también mostró su acuerdo en recibir 10 años de cárcel por esos ataques sexuales, el juez de Garantías Andrés Abelín Cottonaro le impuso ese castigo. El confeso abusador es Carlos Marcelo Amarfil. La resolución del juez significó una adhesión al pacto alcanzado por el imputado y su defensora Ivana Salas con el fiscal de la UFI ANIVI Duilio Ejarque y la ayudante fiscal Daniela Pringles.

Los violentos atropellos ocurrieron cuando la menor tenía entre 10 y 11 años. Pero su mamá recién vino a conocerlos cuando su hija tenía 12. Fue el 3 de agosto pasado que la niña resolvió romper la mordaza que le imponían las amenazas de que su hermana o ella sufrirían algún daño si decía algo. Para entonces, también estaba cansada de los continuos acosos de ese hombre, que no dejaba de tirarle besos o decirle cosas cuando se la cruzaba.

Ante el primer relato de la niña, hubo un intento de hacer justicia por mano propia por parte de los familiares de la menor. Entonces, desde el entorno del ahora condenado filtraron la versión de que pudo fugarse, pero tres días después, el 6 de agosto, los pesquisas confirmaron que era mentira pues lo encontraron almorzando en su casa de Chimbas y lo metieron preso.

Desde ese momento las cosas se complicaron más para Amarfil, porque la niña precisó con detalles ante los psicólogos que la primera vez que la violó ese hombre ocurrió cuando tenía 10 años y la atacó en un momento que pidió entrar al baño, porque ese día almorzaba y jugaba con el hijo del condenado. Después hubo una segunda ocasión, también en el baño. Y una tercera ya con 11 años, cuando se acercó hasta el pequeño comercio de ese hombre que la llevó de la mano hasta un dormitorio para ultrajarla sexualmente, mientras le mostraba pornografía y le decía que esas cosas tenían que hacer.

Los psicólogos concluyeron que por el nivel de detalles relatados por la menor, difícilmente hubiera podido inventar algo así, además de encontrar otros indicadores que confirmaban su situación de víctima sexual.

El informe médico sobre la presencia de las viejas lesiones características de las violaciones. Y el hecho de que dos parientas de Amarfil declararan que también habían sido víctimas de sus maniobras sexuales hace muchos años, cuando eran niñas, fueron otras pruebas que terminaron por hundir al portero. 

  • Creían que traficaba porno infantil, desligado

Juan de Dios Fernández (28) quedó definitivamente desligado con un sobreseimiento que le dictó ayer la jueza de Garantías Celia Maldonado a pedido del fiscal de la UFI ANIVI Duilio Ejarque de una sospecha grave: haber usado su teléfono para divulgar e intercambiar por Facebook cuatro videos de pornografía infantil, varios de ellos con escenas de sexo explícito que incluían a menores de 13 años.

Fernández llegó a pasar unos 20 días detenido, pero la investigación pudo confirmar su versión de que al momento en que se subieron esos materiales de sexo explícito con niños (el 29 de diciembre de 2020), no era suyo el chip con el número telefónico ligado a esa cuenta de la red social. Y por eso Fiscalía pidió su sobreseimiento.

Había sido una red que vincula a las fiscalías de todo el país, con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la que remitió el reporte de Missing Children sobre la prohibida actividad el pasado 17 de mayo.

El caso aún sigue abierto.