Todo lo que había en el dormitorio de los niños fue destruido por las llamas.

Guillermo Morales (46, empleado fabril) había vuelto con algo de mercadería para su casa y se puso con su mujer a preparar algo para el almuerzo. Habían pasado unos minutos de las dos de la tarde ayer, cuando el hombre finiquitaba una salsa casera mientras su señora Cristina González (34) se iba al fondo a decirle a sus hijos que dejaran de jugar con barro porque era hora de almorzar. Fue ahí que el menor de sus 4 hijos, de 3 años, le sacó el encendedor a su papá y prendió fuego en la habitación de los niños. En segundos, todo era llamas, humo y desesperación en esa casa, la 3 de la manzana A del Barrio Conjunto 6, en Santa Lucía. Guillermo y Cristina pusieron rápido sus niños a salvo los niños, mientras sus vecinos sumaban sus esfuerzos para controlar el incendio que, al final, causó sus más graves daños en el dormitorio. Allí se perdieron camas, un ropero, una cómoda, la ropa y el calzado de los chicos. "Gracias a Dios no les pasó nada a los niños", dijo ayer la dueña de casa.