En los próximos días la médica, Daniela Verónica Saldívar Osán, comenzará a ser enjuiciada por el presunto homicidio culposo de un recién nacido y el fiscal, Francisco Micheltorena, ya anticipó que buscará para ella una pena efectiva de 3 años y 6 meses, con el máximo de inhabilitación previsto para ese delito: 10 años. Frente a este complicado panorama ¿cuál será la estrategia defensiva de la imputada?. Básicamente, intentar demostrar que ella no provocó las lesiones letales que sentenciaron a la criatura 23 días después de nacer.
‘Hay inconsistencias en la prueba recolectada en la investigación. No está acreditado que me defendida haya obrado de manera imprudente o sin cumplir con las normas que impone la medicina para estos casos. Luego del nacimiento, el bebé pasó 23 días en otra área del hospital Rawson sin estar al cuidado de la doctora Saldívar. Allí le hicieron prácticas de reanimación, entre otras maniobras, que pudieron lesionar a la criatura’, dijo el abogado que defiende a Saldívar, Joaquín Moine.
Lorenzo se llamaba ese bebé, pesó un poco más de 3,5 kilogramos, medía 47 centímetros y era el primer hijo de Nadia Barrionuevo y Carlos Narváez, luego de 8 años de relación.
Nació el 14 de junio de 2021 luego de 17 horas y 36 minutos de múltiples maniobras para que diera a luz por parto natural, pero 23 días después, el 7 de julio de aquel año, perdió la vida.
Para el equipo de investigación que dirige el fiscal Micheltorena, que el bebé muriera fue consecuencia directa de la médica Saldívar, porque la médica debió practicar una cesárea y no insistir en un parto natural, por el estrés físico y emocional de esa madre primeriza, que después de tantas horas ya no tenía fuerzas para pujgar. Con el agravante de que el bebé tenía el cordón umbilical enrollado en su cuello y no estaba encajado en la posición que se precisa para no apelar a una cesárea.
El pasado lunes, el juez, Juan Gabriel Meglioli, cerró la investigación y pasó el caso a juicio, luego de rechazar un planteo de la médica para que no se divulguen su nombre ni su rostro porque, a raíz de las últimas publicaciones sobre el caso, dijo haber sido amenazada y haber sufrido perjuicios en su intimidad.