“Esta es una situación que no soportamos más. La última vez amenazaron con un arma a mi hijo de 19 años, quien llevaba a mi otra hija de 5 a la escuela”, así comienza el relato de Jorge Antonio Carrizo, un angaquero de 56 años, quien denuncia que familias de un asentamiento que hace años está en la zona de Alamito intimida a la suya.

El padre de 10 hijos, expresó que todo comenzó cuando envió a sus pequeños al almacén a comprar pan y en el regreso, se topó con dos personas identificados con las iniciales M.S. y F.A.F. quienes no sólo le reclamaron el saludo sino que los corretearon con un palo. “Siempre están borrachos y al principio pensábamos que lo hacían para molestar o como un chiste pesado pero ahora es permanente y no sabemos qué más hacer”, amplió.

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Carrizo llegó hasta las oficinas de DIARIO DE CUYO y exhibió la denuncia que radicó en la Comisaría 20ma de Angaco. También remarcó que la última vez, le dijeron que “no me van a tomar más denuncias porque no pasa nada”, por eso decidió ir directamente con el juez de Paz Adrián Cuevas. “El me dio un escrito para que me acepten las denuncias porque me ignoran”, expresó Carrizo.

La última vez que se vieron cara a cara con los denunciados fue arriba de un colectivo de la Red Tulum mientras uno de sus hijos acompañaba a su hermanita a la fiesta del Jardín. “Lo amenazó con un arma y le dijo que iba a matar uno por uno a sus familiares. La gente vio eso pero no se meten porque tienen miedo; saben que son peligrosos”, destacó.

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Asimismo, contó que ha tenido que poner cámaras de seguridad en su casa por las represalias que recibe. “Es un asentamiento que está hace años ahí. Es un terreno privado pero ellos igual han levantado paredes. A nosotros nos llegó que ordenaron cortarles el agua y la luz pero se han organizado de nuevo y tienen todo ahora”, explicó.

Los insultos y pedradas no cesan, según lo que destacaron a este medio y mostraron una protección familiar que tienen. “Con mi esposa trabajamos todo el día, tenemos niños pequeños que están asustados y una adolescente de 16 años que tiene discapacidad  por lo que no podemos estar tranquilos cuando nos vamos. Tememos que les pase algo”, cerró.

Para finalizar, pidieron seguridad en la zona

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