En la IV Región de Coquimbo, en Chile, salieron a revelar cifras de baja en el delito de robo de vehículos justo en medio de varios atracos donde familias de San Juan y Mendoza fueron víctimas de delincuentes que se apropiaron de sus acmionetas
Según cifras de Carabineros que publica el sitio El Observatodo, los delitos vinculados al robo de vehículos y sustracción de accesorios desde automóviles cayeron un 27% en la conurbación La Serena–Coquimbo durante la semana previa a Navidad. Entre el 14 y el 21 de diciembre se registraron 48 casos policiales, trece menos que en el mismo periodo de 2024.
La baja se explica, en parte, por un mayor despliegue policial en terreno, controles preventivos y un refuerzo del trabajo investigativo.
El Prefecto de Coquimbo, coronel Juan Escobar, destacó que el foco ha estado puesto en más presencia, más controles y más investigación, lo que no solo ha permitido reducir los delitos, sino también recuperar rápidamente vehículos robados, aseguran.
“Este despliegue nos ha llevado a reducir en más de un cuarto los delitos asociados a vehículos en La Serena y Coquimbo, y a la recuperación de automóviles, devolviendo tranquilidad a los vecinos afectados”, señaló el oficial. Solo en la última semana, Carabineros logró recuperar 12 vehículos sustraídos, tanto en la región como en otras zonas del país.
Pese a los resultados positivos, desde la institución advierten que no es momento de relajar las medidas. El aumento del turismo, el mayor flujo vehicular y las aglomeraciones propias del verano incrementan las oportunidades para la comisión de estos delitos.
“Sabemos que no podemos descansar. Los delitos vinculados a vehículos son de los que más preocupan en temporada estival, y ya estamos fortaleciendo nuestras estrategias para seguir disminuyéndolos”, añadió el coronel Escobar.
Carabineros reiteró el llamado a la corresponsabilidad ciudadana, recordando que la prevención sigue siendo clave. Estacionar en lugares iluminados, no dejar objetos de valor a la vista, revisar manualmente el cierre del vehículo y utilizar sistemas de seguridad adicionales pueden marcar la diferencia.
Aquí surge una tensión habitual: aunque las cifras mejoran, la percepción de inseguridad se mantiene alta, especialmente en periodos de mayor movimiento turístico. El desafío no es solo reducir los delitos, sino lograr que la comunidad sienta esa disminución en su vida cotidiana.
Las estadísticas muestran una tendencia positiva, pero el verano recién comienza. Como un semáforo que cambia a verde, el tránsito avanza, pero exige atención constante. Seguridad policial y autocuidado ciudadano deberán ir de la mano para que la temporada estival transcurra con menos delitos y más tranquilidad.

