En las últimas horas, la Policía encontró más restos humanos en un basural e investigan si pertenecen a Brenda Torres, la joven descuartizada en Córdoba.

La causa comenzó el viernes 25 de julio, cuando el sereno Ramón Ramírez encontró los brazos y las manos de la víctima en bolsas de residuos cerca de la obra en construcción donde trabaja. Días más tarde, ubicaron sus piernas a pocos metros de ese lugar.

A 15 días de aquel momento, este domingo, integrantes del programa Cordobeses en Alerta detectaron la presencia de dos bolsas con restos humanos.

El hallazgo ocurrió en un basural ubicado en la intersección de las calles Deán Funes y Calandria, a solo 750 metros del domicilio de Horneros 574, donde habrían asesinado a la mujer.

Ante este nuevo descubrimiento, personal del Departamento de Homicidios y de la Policía Judicial llegaron a la zona para comenzar con las investigaciones. La Fiscalía de Instrucción del Distrito 4, Turno 2, a cargo de Horacio Vázquez, está a cargo del caso para intentar esclarecer lo sucedido.

La zona permanece bajo investigación mientras se recaban pruebas y se intenta identificar los restos.

Dos sospechosos y una macabra hipótesis
Los únicos acusados en la causa son Cristian Aranda, de 38 años, y Gustavo Lencina, de 53, que trabajaban como cuidadores o supuestos guardias de seguridad sin autorización formal, según informó Telenoche (El Doce).

Una de las pruebas que complican a Lencina es que tuvo experiencia como matarife. Antes de que se supiera este dato, las primeras pericias indicaron que los cortes que presentaba el cuerpo de la víctima tenían características de haber sido realizados por alguien que sabía utilizar cuchillos de manera profesional.

Las cámaras de seguridad captaron cómo uno de los implicados descartó las bolsas donde encontraron las piernas de la joven. Si bien en ese momento llevaba casco, los investigadores siguieron su recorrido hasta una estación de servicio, donde se lo sacó. De esta manera, pudieron establecer su identidad.