Un episodio tan insólito como grave ocurrió en la tarde de Navidad en Santa Lucía, cuando un delincuente que acababa de recuperar la libertad volvió a quedar detenido tras intentar robar en un café ubicado a pocos metros de la comisaría donde había estado alojado.
El hecho tiene como protagonista a Matías Ezequiel Vera, quien fue condenado en el marco del legajo caratulado como robo en grado de tentativa. La causa fue investigada por el fiscal Fernando Bonomo y se resolvió mediante juicio abreviado, con una pena de dos meses de prisión de cumplimiento efectivo.
Sin embargo, la situación judicial del acusado se agravó al unificarse esta condena con una sentencia anterior correspondiente al legajo de 9 años y 4 meses de prisión, quedando una pena única de 9 años y 6 meses de prisión efectiva. Además, se declaró su reincidencia, conforme al artículo 50 del Código Penal, y se dispuso la prisión preventiva según el artículo 297 inciso 1.
Del calabozo al intento de robo en minutos
Según la reconstrucción judicial, el 25 de diciembre de 2025, alrededor de las 19 horas, Vera fue liberado de la Comisaría 5ª de Santa Lucía, donde permanecía detenido por un expediente contravencional. Apenas salió de la sede policial, caminó por calle Hipólito Yrigoyen hacia el oeste, cruzó la Plaza de Santa Lucía y, tras recorrer unos 100 metros, llegó al café “Hipólito”, ubicado en Hipólito Yrigoyen 1990 Este.

En el lugar, arrancó unas luces decorativas que colgaban en la puerta del local y las dejó a un costado. Luego, utilizando un alambre, comenzó a forzar una ventana de madera de aglomerado que funcionaba como medida de seguridad. Alcanzó a cortar una parte inferior de la madera con claras intenciones de ingresar al comercio y sustraer elementos del interior.
La maniobra fue advertida por un vecino que vive frente al café, quien dio aviso inmediato al 911 y al propietario del local. Este último fue el primero en llegar y encontró al sujeto en la puerta de su negocio, lo que derivó en una persecución a pie por calle Hipólito Yrigoyen hacia el oeste.
Tras recorrer unos 100 metros, el sospechoso dobló por calle Los Arrayanes hacia el sur, pero fue alcanzado y aprehendido en forma civil a unos 150 metros del café. Minutos después, personal policial se hizo presente y formalizó la detención.
Las luces arrancadas fueron halladas junto a la ventana violentada, mientras que el alambre utilizado para forzar la abertura no fue encontrado, pese a un rastrillaje realizado en la zona del hecho y del trayecto de la persecución.
Así, en cuestión de minutos y a pocos pasos de la comisaría, Vera pasó de recuperar la libertad a sumar una nueva condena que lo mantendrá tras las rejas por más de nueve años.

