Que había estado tocando la guitarra y tomando algunos tragos con sus amigos. Que en un momento decidió partir de vuelta hasta su casa y que en el camino, como se dormía, se tiró en su ‘Renoleta’ a un costado de la calle para descansar antes de retomar, para no causarse ni causar problemas a nadie. Que momentos después lo abordaron dos policías, que cruzaron algunas palabras porque no quería irse y en un forcejeo con uno de ellos, cayeron al piso y entonces el otro le dio como cinco patadas, hasta dejarlo ‘descontrolado’ (mareado).

Todo pasó alrededor de las 4 de la mañana del 20 de abril de 2024 en calle Nacional a metros de Velázquez, en Angaco.

‘Riveros (Maximiliano Néstor, cabo) me tenía las manos para atrás, mientras Durán (Matías Francisco, agente) me daba patadas, no le podía sacar la cabeza. La Pantano (Emilce, oficial) no estaba con ellos. Me desfiguraron’, dijo Armando Vázquez, sin dudar.

Los tres policías se abstuvieron de dar su versión de los hechos.

Y agregó: ‘Yo tengo un sobrino policía, amigos policías que son muy buena gente. Hasta mi hijo quería ser policía pero ya no quiere por lo que me hicieron. Para ser buena persona hay que tener valores, lo demás viene solo. Eso de andar diciendo mentiras ¿para qué?, si después todo se sabe’.

Según Vázquez, debieron hacerle entre cuatro o cinco puntos en la ceja izquierda, también sufrió un corte en el pómulo derecho y otras lesiones. ‘Me dolía todo, hasta respirar me dolía’, le explicó al juez, Gerardo Fernández Caussi, en el inicio, hoy, del juicio a esos tres policías.

El denunciante aseguró que en la comisaría lo entrevistó un comisario, al que le escuchó decir: ‘ustedes se la mandaron, arréglenla como puedan’. También precisó que fue a ver al juez de Paz de Angaco, para preguntarle cuánto debía pagar por la multa, y que ese magistrado le dijo que no debía nada porque no había cometido delito y que lo felicitaba por haber hecho lo que hizo, es decir estacionarse.

El fiscal, Nicolás Schiattino y la ayudante fiscal, Roxana Fernández (UFI de Delitos Especiales) buscarán que los efectivos reciban 3 años de ejecución condicional (sin detención) y el doble de inhabilitación para ocupar cargos públicos.

A Riveros y Durán les imputan apremios ilegales. Y a la oficial Pantano falso testimonio y encubrimiento agravado, porque dijo que estuvo en el momento en que sus colegas protagonizaron el violento operativo contra Vázquez, pero Fiscalía considera que eso no fue así y que dio esa versión para favorecer a sus colegas.

Hoy también declaró la médica consultora de Fiscalía, Beatriz Vázquez, y aseguró que las lesiones que presentaba el denunciante no eran propias de una caída y sí de golpes compatibles con golpes de pies y puños.

Los acusados son defendidos por Joaquín Moine, José Beltran Bengoa y María Olivera, Fernando Molina y María Almazán.