El juez Pablo León dictó tres meses de prisión preventiva al estudiante de abogacía, Jorge Santiago Mercado (26) por no obedecer una orden judicial, por dos hechos de lesiones leves y por intentar matar rociándole nafta a su expareja, una joven policía, delitos agravados por el vínculo y por violencia de género. En su defensa, Mercado dijo que ella lo amenazaba.

El imputado y su ex habían convivido un año del año y medio de relación que mantuvieron. Según la denuncia, se habían separado en diciembre pasado a causa del consumo de drogas por parte de él. En enero ella se fue de la casa que compartían y en marzo retoman la relación, pero sin convivencia.

El problema en la pareja alcanzó un pico de tensión máxima el pasado 27 de junio a las 00.30, cuando él llegó en el Fiat Uno que habían comprado (de ambos según él, ella dice que solo es de ella) y discutieron. Esa discusión escaló a los golpes contra la mujer con el vehículo en movimiento, hasta que la madre de ella los interceptó en moto y él se bajó para escapar.

El 20 de agosto pasado a eso de las 14.30, ella salió de trabajar en la seccional 10ma. y lo sorprendió dentro del vehículo. Manejó un tramo hasta que volvieron a discutir y entonces él tomó el bidón con nafta que alimentaba al auto, le roció combustible y sacó un encendedor, sacándole chispazos y amenazando con quemarla.

Ese día, escapó, pero lo metieron preso, según el fiscal Mario Panetta (UFI CAVIG), que pidió 3 meses de prisión preventiva para el joven.

Lo curioso fue que el mismo imputado pidió que le dieran prisión domiciliaria, porque su defensor, Gustavo Yañez, adhirió al planteo y el pedido fiscal de dejarlo preso, algo a lo que debió oponerse o al menos peticionar un encarcelamiento morigerado para su cliente.

Y es que el mismo Mercado aseguró en su defensa, que en una ocasión ella le había apoyado el arma en el pecho y tenía como probar esas lesiones. También, que la joven había amenazado con hacerlo meter preso (o a sus familiares) y mandarlo a la cárcel.

Además, dijo que tenía capturas de los mensajes de su expareja con esas amenazas. “Yo jamás tuve problemas con la Justicia. A ella la ayudé en todo y me duele muchísimo que me haga esto”, dijo el joven imputado, entre lágrimas.