Para apuntalar la campaña de Eduardo Cáceres en Capital y de Martín Turcumán para la Gobernación, ayer llegó a la provincia Gabriela Michetti, la precandidata a vicepresidenta de Mauricio Macri. La dirigente que además está recorriendo el país para seguir instalando la figura del expresidente de Boca Juniors, destacó que el cambio que reclama la sociedad es a nivel nacional y reconoció que en las provincias aún les falta tiempo de instalación.

– ¿El resultado de la elección del domingo le sirve al PRO para capitalizarlo a nivel nacional?

– Hay que tener cuidado con esto de hacer inferencias de lo local a lo nacional, porque si no es complicada la situación dado que si uno gana en un lugar y dice esto nos impacta a nivel nacional, en otro perdés y podés decir que nos impacta mal. Creo que hay que tener muy claro las realidades locales. La gente ha empezado a diferenciar lo de su pueblo con lo de su provincia, con lo nacional. Notamos que Mauricio Macri tiene a nivel nacional una intención de voto, una imagen positiva, una presencia política en la vida de los argentinos, muy distinta a la que tienen nuestros candidatos locales, porque nuestra presencia en el interior es muy nueva. Entonces, no porque tengamos una elección estruendosa en una provincia o en una ciudad tenemos que decir que esto al PRO a nivel nacional lo complica, o al revés. Soy muy partidaria de analizar lo local y lo nacional en sus respectivos contextos.

– El PRO viene postulando que la sociedad pide un cambio, pero en las elecciones que se han llevado a cabo, vienen ganando los oficialismos. ¿Dónde está el cambio?

– Ahí hay un tema de diferenciación del voto local al nacional. Estoy convencida de que la gente lo ve a Macri con capacidad de gestión y de gobierno. Todavía nos cuesta, por cuestiones de tiempo de instalación y de trabajo en cada territorio, y es lógico que pase esto. Creemos que a nivel nacional, la potencia que tiene la candidatura de Macri es muy fuerte, y ésta apuesta a un cambio que va a ser real, porque el cambio es a nivel nacional. Tenemos que estar felices y orgullosos de que siendo un partido que tiene sólo 12 años en la historia nacional, con base en la Ciudad de Buenos Aires, y apenas 1, 2 ó 3 años de vida en muchos distritos, el PRO está en la discusión política de las Gobernaciones, las Intendencias.

– Entonces, ¿los cambios no se darán en las provincias?

– En las provincias, la gente tal vez verá que el candidato local todavía tiene que trabajar 2 ó 3 años más. O sea, le va dando tiempo a sus proyectos y me parece razonable. En la mayoría de los distritos, es muy nuevo el PRO. En algunos lugares llegamos hace un año. Deberíamos estar sorprendidos, y yo lo estoy, por el nivel y la performance que estamos teniendo, a pesar de tener tan poquita historia. La gente necesita tiempo para conocer a los representantes, para generar confianza, no porque sea del PRO le va a dar un cheque en blanco.

– En el caso de que gane el PRO, ¿qué política impulsará para la minería?

– Tenemos una mirada absolutamente positiva de la minería, debido a que le da trabajo a la gente y pueda potenciar la economía argentina. Es una de las actividades que la Argentina tiene con un potencial de explotación enorme. Pero como cualquier actividad que impacta sobre el ambiente, tiene que tener ese cuidado del Estado en la cuestión ambiental, el cuidado del recurso del agua. Tenemos la visión de una minería sustentable, con la mirada del Estado en el cuidado del medio ambiente, de la tributación que se requiere para que el privado tenga su rentabilidad y que el Estado pueda recuperar el desgaste que la actividad produzca. La minería es un potencial impresionante.

– ¿Cómo van a trabajar para captar inversores? En el sector hay críticas sobre el cambio de las reglas de juego.

– Todo eso tiene una solución en la medida que pongamos claridad, verdad y transparencia en la vida de la economía nacional, en las cifras, la relación con otros países y la inserción en el mundo, además de seguridad jurídica. Si le damos al inversor nacional o extranjero condiciones razonables, previsibles, largas en el tiempo, una transparencia en la gestión pública en términos de la justicia, por ejemplo, no nos cabe duda que la potencialidad que el país tiene y que los inversores ven, va a ser muy importante para recomponer la economía en todos los sectores.

– ¿Con qué medidas concretas?

– Lo primero que hay que hacer es transparentar la tributación. Hablábamos con una contadora que nos decía que vive de la maraña de barbaridades que hace la AFIP todo el tiempo. Es un desastre para la Argentina, porque mientras más maraña sea, todo el sistema de tributación para el inversor es un problema, el pequeño y el mediano inversor se va a otro lado. Por eso hay que transparentar, simplificar, hacer razonable el sistema. También hay que llamar a todos los empresarios y decirles: éstas son las reglas de juego, éstas son las leyes que vamos a votar y las que van estar mientras dure nuestro mandato, estos son los tributos, éstas son las condiciones para abrir una empresa. Así se hace, generando confianza y lo venimos haciendo en la ciudad de Buenos Aires. Por eso, la imagen de Macri en los foros internacionales es buena.

– Al PRO lo acusan de querer regresar a la época privatizadora de los ‘90 y que va a realizar ajustes…

– Son todos unos disparates. Meten miedo y lo que decimos es que no hay que tener miedo. Venimos gobernando hace 8 años y si hay una clara identidad de lo que somos, ahí está la gestión en la Ciudad de Buenos Aires. Decían que íbamos a privatizar las escuelas, los hospitales, el Banco Ciudad, cualquier cosa. Todas las empresas públicas, lo siguen siendo. En décadas, la ciudad no ha tenido un Estado más presente en la vida de los ciudadanos como en nuestra gestión. En las escuelas, recuperando la infraestructura en materia edilicia y en los hospitales que no tenían insumos, entre otras cosas. Asustar al ciudadano de que somos no sé qué cosa de los ‘90 es muy ridículo.

– Si llega al Senado, ¿va a plantear la discusión sobre el aumento en el esquema de reparto de la coparticipación primaria a las provincias?

– Somos partidarios de que hay que revisarlo. Encontraremos una manera que este esquema dé aportes, que es absolutamente nefasto, arbitrario e injusto, se compense.

– ¿Incrementará la masa a distribuir?

– Si, aumentaremos la plata que se manda a todas las provincias.

– ¿En qué porcentaje?

– No los tengo en mi cabeza, pero nuestra Fundación Pensar tiene los planes trabajados, incluso tomando iniciativas de las provincias.

– Le pido una definición de una serie de políticos: Daniel Scioli.

– Me parece buena persona. Políticamente está equivocado. Habla del país como si fuera desarrollado y de la provincia de Buenos Aires como si estuviera en excelentes condiciones y vemos que definitivamente esto no es así. Me parece que su kirchnerismo lo ha nublado en su capacidad de ver la realidad.

– Sergio Massa.

– Me parece que fue muy buen intendente en Tigre, pero todavía no ha logrado instalar un perfil claro para que la gente pueda apoyarlo y pueda tener confianza como candidato a presidente.

– Cristina Fernández de Kirchner.

– Es una política que teniendo mucha conciencia de la importancia de la institucionalidad como herramienta de desarrollo, cuando llegó a ser Presidenta, no la puso en práctica. Eso nos quitó una oportunidad importante.

– En el caso de llegar al Congreso, ¿qué la diferencia de Boudou? ¿Qué perfil le daría a su gestión?

– (Piensa unos segundos) Me diferencia que nunca me involucraría con casos de corrupción. Tengo una vivencia muy clara, recta en ese punto, y lo seguirá siendo así toda mi vida. Y el perfil que le daría sería el de un Senado que logre acuerdos de largos plazos. Trataremos de hacerlo en conjunto con todos los dirigentes nacionales que tengan la misma voluntad.