El viernes se conoció que el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Alfonso Delgado Evers, designó al magíster Claudio Larrea, actual decano de la Facultad de Ciencias de la Alimentación, Bioquímica y Farmacia, como nuevo rector de la Universidad Católica de Cuyo (UCCuyo). Larrea reemplaza a María Isabel Larrauri, quien se desempeñó como rectora durante dos períodos consecutivos (2007-2015). Larrea, con 16 años de labor en la UCCuyo, ya que ingresó en 1999 como director de la carrera de Medicina, convocado por el entonces decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Arturo Arabel, fue también secretario académico de la Facultad de Ciencias Médicas (2003-2007) y posteriormente se desempeñó en el decanato por ocho años (2007-2015). En función de esta dilatada trayectoria, el flamante rector dice tener clara la misión de la Universidad, que no es otra cosa que “preparar profesionales con un alto grado de capacitación, formados en valores para el bien común, y con una visión cristiana del hombre, por este valor agregado de pertenecer a una universidad confesional.”
-De monseñor Francisco Manfredi a hoy, del Instituto preuniversitario San Buenaventura fundado en 1953, que tomó forma de Universidad en 1963, a hoy, ¿Cuánto puede haber cambiado, y en esencia qué no cambió?
-Bueno ha cambiado muchísimo en cuanto a la didáctica, por ejemplo, los métodos de enseñanza, de aprehensión e incorporación de conocimientos por parte del alumno, la tecnología que se está utilizando en ese escenario de enseñanza-aprendizaje. Todo eso ha cambiado en gran medida. Pero lo que no cambia desde comenzó monseñor Manfredi, es la visión y la misión institucional. Crear la Educación a Distancia es una necesidad indiscutible.
Lo último y lo más nuevo que se conoce de la UCCuyo es la futura creación del Departamento de Educación a Distancia. ¿Será su meta principal en la gestión?
– Ya ha comenzado con la gestión de la Dra, Larrauri y creo que será el gran desafío de mi gestión.
-¿Es una evidente necesidad de los tiempos actuales?
-Es una necesidad indiscutible, por este paradigma de repensar cómo aprenden nuestros alumnos. Es decir la incorporación de conocimientos hoy no es la misma de cuando nosotros estudiábamos en la universidad hace veinte o treinta años. En la educación a distancia se pierden los límites y las distancias físicas, de manera que la educación a distancia se impone ahora y los alumnos se acostumbran a hacerse de los conocimientos por internet, principalmente.
Pero en este marco, el docente siempre será un tutor, un facilitador del conocimiento. Por todo ello, nosotros ahora debemos comenzar a implementar estas nuevas herramientas de educación a distancia en todas las disciplinas donde se puedan implementar.
-¿En qué medida, como nuevo rector, le preocupa el compromiso que los egresados deben asumir con la sociedad?
-El compromiso está dentro de la visión de nuestra universidad, en el sentido de que debemos formar profesionales comprometidos con el bien común, con la comunidad, y hay que seguir buscando como una meta permanente también que los profesionales que surgen de aquí no se olviden nunca que donde estén ellos va a estar la Universidad Católica de Cuyo.
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– Una de las iniciativas que impactó mucho en la sociedad sanjuanina desde la Católica fueron las diplomaturas en Seguridad Ciudadana y Seguridad Penitenciaria, en un acuerdo con el Gobierno de la provincia. ¿Qué valoración hace de ellas y cómo continuarán?
-La evaluación es muy buena porque seguimos cumpliendo con nuestros objetivos en el campo de la extensión universitaria y por ello seguirán adelante. Entonces estamos haciendo capacitación y extensión, en este caso prestando un servicio al Gobierno de la provincia. Es una actividad que nos une y nos beneficia, nos hace progresar, es una fuente de recursos y va a continuar muy bien.
-Y con respecto a la Universidad Nacional de San Juan ¿cómo continuará la relación?
-Tenemos muy buenas relaciones y gracias a estas últimas acreditaciones especialmente de las carreras de las facultades de Ciencias Médicas y de la de Alimentación, Farmacia y Bioquímica se han firmado varias actas específicas dentro del convenio marco existente. Fíjese que ya realizamos trabajos en investigación en conjunto y hasta nos hemos presentado en convocatorias a subsidios de investigación externa donde trabajan grupos de investigadores de la UNSJ junto grupos de investigadores de nuestra Universidad.
-¿Cómo pueden impactar los discursos del papa Francisco que están moviendo hasta los mismos cimientos de la Iglesia?
-Son muy bienvenidos, por lo que he escuchado tanto en alumnos, docentes y autoridades, todos estos mensajes que nos está dejando este Papa están siendo recibidos con beneplácito por parte de todos los estamentos universitarios.
-Las finanzas son un tema difícil de abordar, y seguramente la UCCuyo no es ajena a la crisis de nuestros días y a las dificultades que ella provoca en la administración.
-Es que eso está dentro de la política universitaria. En primer lugar tenemos que tener en claro un plan académico que lo soporte un plan económico, y con una planificación financiera adecuada. Todo es importante, pero el plan académico es prioritario. Claro que en lo financiero hay que seguir agudizando el ingenio y tener en cuenta distintos tipos de acciones y estrategias para obtener subsidios internos y externos a fin de llevar adelante los planes académico y económico lo más armónicamente posible. En esa línea será mi gestión. Además, la Dra. Larrauri ha hecho un trabajo encomiable y estoy seguro que ha dejado lineamientos en las distintas dimensiones muy claros y precisos. Por eso, lo que tenemos que hacer es seguir desarrollando estos lineamientos fortaleciendo algunos, desarrollando otros, y como yo he formado parte de esa gestión entiendo muy bien esas líneas de trabajo así que lo que tengo que hacer como rector es seguir trabajando desde el punto que la rectora habrá de dejar el 31 de marzo.
-Ante la inscripción de alumnos no católicos o no creyentes, ¿cómo se lo trata y cuál piensa usted que debe ser el papel de la Universidad Católica en esos casos?
-Siempre hemos tenido alumnos de otras religiones. Se los trata exactamente igual que a cualquier otro alumno. Seguramente hay alumnos no creyentes, pero no se los discrimina, porque no hay que olvidar que la Universidad es de gestión privada pero es pública y en ella entramos todos.