No es de familia vitivinícola, tampoco estudió una carrera afín a esta industria y ni siquiera nació en un terruño que acune uvas (ver perfil), sin embargo Hilda Wilhelm de Vaieretti se convirtió el viernes pasado en la primera mujer en llegar a la presidencia de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). La flamante funcionaria, que asumirá oficialmente el 8 de marzo, dialogó con DIARIO DE CUYO y marcó posición sobre el impacto de la inflación en la rentabilidad, las dudas que tiene sobre si modificar el tipo de cambio es la solución y, además, apuntó todos los cañones al costo de los fletes. Hubo un guiño para San Juan: elogió la diversificación vitivinícola.
-Le toca asumir en un momento complejo para la industria…
-Es un momento complicado en cuanto a nuestra competitividad, donde el precio del vino está deprimido. Cuando a los viticultores de pronto nos resulta caro ir a la verdulería, a la panadería, comprar el gasoil o los insumos, quiere decir que nuestra moneda de pago, que es el vino, está despreciada de modo tal que tenemos que ver la forma para recomponerlo y que luego acompañe la inflación.
-Da la impresión que esta vez la inflación perjudicó a toda la cadena de producción…
-Sí, es verdad. En la misma situación que se encuentra el productor primario se encuentra toda la cadena de producción, entonces la dificultad se transmite a todos los eslabones. También tienen dificultades los comercializadores con las exportaciones, con los reintegros, de modo tal que se ha complicado todo el panorama y hay que buscar una salida para esta coyuntura.
-¿Es necesario modificar el tipo de cambio para ganar en competitividad?
-Mire, yo no soy economista pero conozco cómo es este país. Hablar de un tipo de cambio distinto no sé si es la solución porque no vaya hacer que por resolver un problema termine repercutiendo en toda la economía.
-Entonces, ¿por dónde pasa la solución?
-Apuesto a eliminar las retenciones, subsidiar algunos aspectos de la cadena de producción, algo que nos haga más competitivos. Nos hace falta otro plus para exportar, volver a ser atractivos para el mundo.
-Para usted, como también manifiestan otros sectores, ¿el problema se llama inflación y ahí tienen que apuntar las políticas?
-Es la madre de todos los problemas. La inflación corroe la poca rentabilidad y lo digo como productora que conoce el trabajo del campo.
-¿La salida puede estar apuntada a subsidiar los fletes?
-Es clave, casi que es el ‘todo’ para los que vivimos recostados en la cordillera. No puede ser que el flete incida tanto en el esquema de costos. Es tremendo el flete.
-¿Qué le genera los cambios en el Ministerio de Economía y la Secretaría de Comercio?
-Lo que a todos, expectativa. Vamos a ver cómo decanta todo.
-¿Cómo observa a San Juan en este escenario vitivinícola?
-Realmente admiro de San Juan la diversificación que ha podido hacer de su producción, tiene un esquema casi perfecto: un 30% de vino, 30% en mosto y el resto en pasas y uva en fresco.
-Pero según los empresarios están sumergidos en problemas de competitividad…
-Es que en definitiva no escapa a los problemas que afrontamos todos y confluyen en la falta de competitividad. Pero San Juan ha sabido hacer bien los deberes y eso es un buen paso.
