Al frente de la lista del radicalismo para los comicios de octubre, Hugo Dominguez usó duros términos ayer para arremeter contra algunas de las fuerzas que tendrá enfrente en las urnas. Acusó al macrista Eduardo Cáceres de sobreactuar tirando “globitos”, calificó de caprichosa a Cristina y aseguró que el giojismo sobredimensiona lo que consigue en la Nación. Además, se mostró convencido de la vuelta de radicales que se fueron.

– El presupuesto nacional ha generado polémica en un sector de la oposición. ¿Cómo hubiera votado usted?

– No se puede con este Gobierno, un Gobierno mentiroso. Estamos con una inflación de casi el 30 por ciento, lo dicen todas las señoras que van a la góndola, y ellos pronostican una inflación del 10 por ciento. Veníamos creciendo a un 8 o un 9 por ciento, ahora estamos en el 2 y pico o 3 por ciento y pronostican un 8 por ciento. Cristina en el país de las maravillas.

– ¿Y si el presupuesto nacional favorece a San Juan?

– Yo creo que hay que ser solidario. Nos tenemos que dar cuenta de que por más que nos beneficie alguna votación, también nos puede pasar mañana que nos perjudique y favorezca a Mendoza y nos tengamos que comer el garrón. Hay que ver que favorezca al país tenemos que ser responsables. Aplausos lo que nos viene, pero también hay que darse cuenta que esta asignación de recursos del 30 y pico por ciento es más publicidad que otra cosa, porque la inflación misma te lo va comiendo. Entonces, es una mentira. Si tenés una inflación del 30 y te asignan el 30, te están dando lo que corresponde. Esto es como si estamos 8 hermanos en la mesa y te tocó comer a vos la milanesa, pero los otros se quedan mirando, ¿te vas a sentir bien? Hay un problema en el sistema.

– Al final coincide con gran parte de la oposición, incluido Cáceres, que dice que lo hubiera votado en contra…

– No sé qué dice Cáceres, digo lo que digo yo, lo que dice mi partido. Hay algunos temas en los que yo no pienso como el contexto de mi partido a nivel nacional. Por ejemplo, ellos son críticos en algunos puntos que me tocan los intereses de la provincia, como la minería, y yo me pongo la camiseta de mi provincia.

– Acaba de decir lo contrario con el tema del presupuesto…

– Lo que pasa es que nos están dando lo que nos corresponde, no están haciendo una excepción. Con el tema de la minería estamos hablando de la matriz productiva que le da de comer a los sanjuaninos y otra cosa es obras puntuales. La verdadera discusión es cuántos recursos les tocan a las provincias por la ley de coparticipación. No se cumple y ese es el flagelo que tiene el federalismo, si los gobernadores no se arrodillan en la Nación, les pisan la manguera. Si no se arrodillan ante una caprichosa que dice “esto le corresponde porque yo quiero”. A eso hay que ir al Congreso de la Nación, a que cada provincia tenga lo que le corresponde. Y no que cada cosa parece que llegó Santa Claus acá a San Juan, es decir cómo se venden las noticias hace que la gente piense que nos están dando superpoderes.

– ¿A qué se refiere con “cómo se venden las noticias”?

– A que a veces, en el fragor de la campaña, el oficialismo trata de sacar ventaja con esto y decir “fijense, seguimos trayendo” y es mentira, no seguimos trayendo nada y lo que estamos haciendo es ir a buscar del outlet de la obra pública.

– ¿Cree que en estas elecciones se juega el liderazgo de la oposición?

– Nosotros vamos por eso. Vamos por resumir los deseos y los sueños de toda la gente que durante 10 años vio que hacía falta una voz en el Congreso distinta a la del oficialismo, que no empezamos hace 2 años, que no tenemos una visión porteña de lo que debe ser San Juan. A mí eso me molesta mucho.

– ¿Qué es eso de una visión porteña?

– Eso de una visión traspolada que tienen otras fuerzas políticas que por ahí plantean que San Juan va a ser Disneylandia porque llegue una diputado de ellos al Congreso nacional. Esto de expresar sensaciones de deseo y no decir qué vas a hacer cuando llegués al Congreso o de sobreactuar algunas cuestiones, son cosas molestas para la gente.

– Cáceres proviene de un partido que nació en Capital Federal, ¿habla de él?

– Sí, me molesta que se me metan en mi casa y me quieran pintar que San Juan se va a convertir en la Capital Federal, nosotros no tenemos puertos, somos una provincia terminal que estamos luchando para abrir el túnel de Agua Negra. Venir acá con el tren de la alegría, con cara de zonzo, a tirar globitos, con sobreactuaciones, no me gusta. Pero mi opositor no es Cáceres, con quien yo me enfrento es el oficialismo nacional.

– El oficialismo dice que también incluye el tema provincial…

– Ahora no se votan cargos provinciales. Tenemos un gran desafío de hablar de las políticas nacionales, también de esclarecer qué se vota, porque no se vota gobernador en estas elecciones. A ese juego sucio nos quieren llevar, para que la gente se confunda. Si dicen “si votás a Tomas, votás a Gioja”, también puedo decir que Tomas es un excelente hombre, pero que ha estado levantando la mano 10 años a favor del cristinismo en el Congreso.

– ¿Tiene el apoyo de los radicales históricos?

– Marún ha estado con nosotros colaborando en la campaña, en la visita del senador Sanz, nos ayudó a fiscalizar escuelas tanto él como su hijo. También Moragues organizó reuniones, el “Canario” Rojas, hay muchos que están trabajando por el partido.

– ¿Piensa ir a buscar a los que se fueron?

– Siempre están las puertas abiertas.

– Pero eso no siempre alcanza…

– Dirigentes que han estado a disposición del partido toda la vida y que el partido les ha dado todo, no les hace falta invitaciones. Cuando hay una elección hay que estar el pie del cañón, el que quiera estar que esté y el que no, que quiere que haga. Ha pasado mucha agua bajo el puente y creo que van a volver.

– ¿Imagina que Colombo va a volver?

– No sólo que me imagino, siempre le propongo que vuelva. Lo puede decir él. Nosotros invitamos a todos. Lo que no se puede hacer es jugar con el partido como si fuese un partido de puerta vaivén, en donde hoy conviene entrar y mañana salir. En ese casi no tendría un partido político, sino un prostíbulo.