Uno de los referentes de la Asamblea de Gualeguaychú (Entre Ríos) habló con DIARIO DE CUYO de sus pálpitos, certezas y dudas sobre el fallo. Tiene esperanza de que la Corte les dé la razón, pero ratifica la continuidad de la lucha si el fallo es adverso. "Nunca se me ocurrió sacar los pies del plato: siempre vamos a seguir peleando".
-Según coinciden las versiones, la Corte Internacional puede dictaminar que Uruguay habría violado el estatuto del río Uruguay, autorizando unilateralmente la construcción de la papelera Botnia, sin el consentimiento de Argentina. Ese aspecto es uno de nuestros reclamos básicos. Pero también se espera que La Haya dictamine que Argentina no alcanzó a demostrar que la contaminación verificada en el río Uruguay (límite entre Argentina y Uruguay) pertenezca a Botnia. Ahí se complica la situación. Esto no nos conforma del todo porque, en principio, no implicaría que la pastera cierre o se traslade. Pero por otro lado, si se determina que fue construida ilegal y unilateralmente, eso implicaría una necesidad de reparar y restituir la situación, para dejar todo como estaba antes de empezar. No hay otra manera de reparar una ilegalidad. Nosotros creemos que, en el cercano plazo Botnia, deberá relocalizarse.
-Si el fallo establece que Uruguay incumplió, eso daría vigencia al estatuto y a la entidad que lo maneja, que es la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). Entonces la CARU podría meterse dentro de la planta de Botnia a hacer mediciones fiscalizadas. Cosa que no hace Uruguay, que no entra a Botnia y que sólo se maneja con los informes que da la fábrica.
– La lucha va a continuar hasta que Botnia se vaya. Nosotros sabemos que tenemos razón. Lo que nos falta es que la Corte lo ratifique. Uruguay ha reconocido en algunas oportunidades que ha cometido una ilegalidad. Si es ilegal, si la papelera está construida unilateralmente, obviamente hay que desmantelar. Siempre vamos a seguir peleando. En base a cómo salga el fallo, tenemos que hacer una asamblea multitudinaria para decidir con qué estrategia seguimos.
-Hemos invitado a la población para que vaya a la zona de Arrollo Verde (que es nuestro búnker) para escuchar el fallo. Después volveremos a nuestras casas a esperar que los abogados hagan una lectura fina del fallo y luego nos juntaremos nuevamente.
-Lo peor fue la puesta en marcha de la planta. Y lo mejor fue la unidad que ha tenido Gualeguaychú en esta pelea. La asamblea es horizontal. Más que dirigentes tiene referentes, que son los que suelen mantener contactos con la prensa. Ese mecanismo lo hemos respetado a ultranza. A veces, he ganado claramente y a veces he perdido como en Camboya al plantear mis posturas. Pero nunca se me ocurrió sacar los pies del plato y dejar la lucha. Hace poco, caminamos durante 5 kilómetros en una marcha de unas 120 mil personas. Ahí quedó reflejada la licencia social que Uruguay no tiene. En la asamblea somos hasta mil personas que nos movemos. Pero toda la gente da el aval cuando va a las marchas.
-Aunque hemos tenido asambleas de más de 10 mil personas, es imposible pensar que en cada asamblea vamos a tener tal concurrencia. Ahora semanalmente nos congregamos hasta 300 personas. Pero se van rotando. Tal vez haya cerca de 500 personas activas en la asamblea. Pero nosotros decimos que la asamblea de Gualeguaychú es el pueblo de Gualeguaychú, que son 100 mil habitantes.
-Por momentos, fue muy difícil conseguir que el Gobierno se interiorice y se eche al hombro este problema, hasta que logramos que lo comprendiera. Después, ha acompañado pero siempre hemos tenido que estar ahí empujando. En algunas cosas han hecho lo que hemos pedido, pero en otras han hecho lo que han querido.
-Esperemos que sí. Se han comprometido a eso.
-Creo que tendría que respetar. Tendremos que ver. Me imagino que sí. Si el fallo determina que la planta está legalmente construida, el Gobierno argentino se va a dar por satisfecho. Echará violín en bolsa y dirá: "nos equivocamos". La población de Gualeguaychú, no creo.
-Se tiene que ir Botnia, es fácil. Tendremos que replantear seriamente como sigue la lucha. Obvio que el fallo es un cambio de escenario total. Tendremos que ver si las herramientas que estamos usando sirven o no. Pero estamos convencidos de que, salga lo que salga, no aflojamos.
-Usar unilateralmente el río Uruguay es más una política de Uruguay, no es cosa de Mujica. Cuando era candidato, veía las cosas de una manera. Cuando asumió la presidencia, lo hicieron alinear automáticamente. Mujica se maneja ante la gente con frases. Una de ellas fue muy contundente. Dijo que "tenía mucho más libertad siendo senador que siendo presidente". Yo creo que eso describe que le calzaron el estribo y le dijeron: "no podés hacer lo que quieras". El poder tras el poder no va a facilitar que Mujica se reúna con nosotros.
-Esa es la cuestión. El tribunal no puede advertir síntomas de contaminación, porque nosotros no podemos tomar mediciones a menos de 300 metros del caño emisor. Entraríamos en aguas jurisdiccionales uruguayas. Nosotros advertimos que en el río Uruguay hay un incremento de la contaminación. En las islas que están frente a Botnia se ven árboles quemados y manchados justo en la cara que está frente a la empresa. Si después uno ve el otro lado de esos árboles, están verdes. Se ve ceniza en las especies. Hay un daño evidente. Uruguay sostiene que no hay manera de demostrar que todo esto lo provocó Botnia. Por eso no podemos imputar.
-Si la Corte Internacional no llega a condenar a Uruguay, se nos viene la noche, porque Uruguay va a instalar tres o cuatro pasteras más. Las pasteras están consideradas entre las tres industrias más contaminantes del mundo. No tengo esperanzas en este nuevo Gobierno. Pese a que gobiernen distintos partidos, la política es la misma. Mujica acaba de autorizar una nueva pastera en Colonia. No creo que les interese preservar nada.
-Hay gran expectativa en toda la gente. Salvando las distancias, no es casualidad que Gualeguaychú haya sido el epicentro de los reclamos rurales. Ha cambiado la vida de la sociedad. Es una sociedad que sabe defender los intereses. Siempre tuvimos una actitud localista de defensa.