En un almuerzo pactado para discutir la distribución de los recursos con los gobernadores peronistas que, sin enojos, plantean la necesidad de aumentar el envío de recursos a las provincias, la presidenta Cristina Fernández sorprendió ayer a propios y extraños, al tirar sobre la mesa la idea de derogar, en un futuro, "por distorsivo" el Impuesto al Cheque. Precisamente, la reforma a la Ley de Cheque para coparticipar con las provincias todo lo recaudado por este concepto, fue el motivo que disparó la ronda de encuentros Nación-Provincias después que la oposición amenazara con aprobar un proyecto en este sentido.

"El impuesto al cheque es una anécdota contable, la gran medida económica sería la derogación del impuesto al cheque y estoy dispuesta a discutirla", fueron las palabras que, según supo DyN, usó Fernández de Kirchner en su extensa exposición para dar a conocer su postura al respecto, discurso que a diferencia de otros, no fue transmitido por ningún canal de TV.

Los ministros Florencio Randazzo (Interior) y Amado Boudou (Economía), confirmaron el cambio de actitud del Ejecutivo, al término del almuerzo con 17 mandatarios provinciales afines al gobierno a quienes la jefa del Estado recibió en la residencia de Olivos.

"Estamos analizándolo", respondió Boudou a DyN, cuando se lo consultó sobre la posible derogación de la ley, al tiempo que argumentó que esa decisión "tendría un efecto benéfico en la economía".

"Es un cambio que puede traer mejoras y que la presidenta siempre dice que es un impuesto distorsivo", señaló Boudou, quien negó que pueda afectar de una manera importante al erario, porque "la economía es una cuestión dinámica y tiene que ver con los incentivos".

"Se habló de la eliminación porque es un impuesto distorsivo y seguramente en el futuro deberíamos tratar de eliminarlo", admitió Randazzo ante la prensa y amplió así lo adelantado pocos minutos antes por el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich.

El chaqueño había sorprendido al explicar que "más allá de lo que nosotros opinamos sobre el impuesto al cheque, la misma presidenta nos adelantó que analiza la derogación", pero aclaró que "dependerá de la evolución de las variables macroeconómicas", es decir, "según vaya la economía".

Según las fuentes consultadas, la presidenta les aclaró a los jefes provinciales que el motivo de la convocatoria "no es de apoyo al gobierno sino al modelo" por lo que les remarcó que "yo no quiero que me apoyen" y aseguró que "lo que quieren", en la oposición, "es no dejarnos gobernar".

"Hoy es el impuesto al cheque y mañana sería el impuesto a la paloma", ironizó, para agregar que si fuera por la oposición "todo se va al demonio".

A partir de ese momento se generó un debate donde cada mandatario provincial expuso su situación, especialmente difícil en los casos de Misiones y La Rioja.

En un gesto que no pasó desapercibido, la presidenta sentó a su derecha, en el lugar de privilegio, al cordobés Juan Schiaretti y a su izquierda al bonaerense Daniel Scioli.

El resto de los mandatarios degustó el lomo con batatas del menú en las distintas mesas del Salón de de Convenciones de Olivos. De la reunión participó también el ex presidente de la Nación y actual titular del PJ, Néstor Kirchner, que aprovechó el encuentro para comunicar que el 7 de abril próximo comenzará a analizarse en el PJ proyecto de ley para un nuevo régimen de coparticipación, un tema que había adelantado en un discurso días atrás.