El ex presidente Néstor Kirchner y su esposa y sucesora, Cristina Fernández, sufrieron ayer una amarga derrota en las elecciones legislativas, con la pérdida de la mayoría parlamentaria y duros reveses en los principales distritos electorales, incluso en Santa Cruz, cuna del kirchnerismo.
Kirchner había planteado estas elecciones legislativas, que coinciden con el ecuador del mandato de su esposa, como un plebiscito para consolidar su liderazgo en el peronismo y las primarias de las presidenciales de 2011.
Con casi el 87% de los votos escrutados, Kirchner perdía anoche por un poco más de 2 puntos en Buenos Aires, donde el ex presidente había apostado todas sus fichas.
En sólo dos años, el oficialismo ha perdido más de 10 puntos en el cinturón industrial de Buenos Aires, tradicional bastión peronista, donde en 2007, la presidenta Cristina Fernández, logró el 45,9% de los votos.
Incluso aunque avanzado el escrutinio el oficialismo alcanzara a la oposición en la provincia de Buenos Aires, Kirchner tendrá que reconsiderar su futuro político y adoptar una actitud conciliadora para recomponer fuerzas y facilitar la estabilidad en los dos años de legislatura que le quedan a Cristina Fernández, con un oficialismo que se mantiene como primera fuerza pero ya no tiene la mayoría en las Cámaras.
Ni su arriesgada apuesta del "todo por el todo" en estas legislativas, ni el tirón electoral de su segundo en la lista, el gobernador Daniel Scioli, ni la ayuda del aparato peronista y de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) han permitido al ex presidente conjurar los malos augurios de las encuestas, que hasta el último minuto arrojaron un empate técnico con De Narváez.
Pero, más allá de la caída en la provincia de Buenos Aires y del batacazo electoral del candidato peronista Carlos Heller en la capital -que ha quedado en cuarto lugar-, el oficialismo ha sufrido una derrota generalizada.
De los 129 escaños, la mitad del Parlamento, el oficialismo se jugaba 60 y parece probable que no logre más de 40, mientras las principales fuerzas de oposición, que se jugaban 45, se apuntarían 76.
Las derrotas se han sucedido en los principales distritos electorales, como en Córdoba y Mendoza -donde se ha impuesto el candidato respaldado por el vicepresidente, Julio Cobos, en abierto enfrentamiento con la pareja presidencial-, y hasta en Santa Cruz, en el sur, tierra nata de Kirchner.
En tanto, en Santa Fe la elección era muy pareja y a las 2 aun no se podía definir si los dos senadores correspondían a la Alianza Santa Federal, que impulsa la postulación de Carlos Reutemann, o al candidato del Frente Progresista Cívico y Social.
"Parece que ha habido una ola nacional de crítica hacia el gobierno", opinó el analista político Rosendo Fraga, para quien los resultados amenazan el liderazgo de Kirchner en el peronismo.
La única opción que, según Fraga, le queda al ex presidente para contribuir a la estabilidad del gobierno de su esposa es abandonar la prepotencia y adoptar una actitud de diálogo.
"El desafío es muy claro. Los efectos dentro del peronismo van a ser inmediatos y la actitud conciliatoria de Kirchner debe ser muy rápida también", apuntó el analista.
A la vista de estos resultados, parece poco probable que Kirchner pueda cumplir su sueño de volver a presentarse a la Presidencia o de que su esposa se mantenga como candidata en las próximas presidenciales.
El peronismo debe reorganizarse y buscar su candidato para 2011 y las dos opciones con mayores posibilidades en este momento están en el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el ex corredor de Formula 1 Carlos Reutemann, que se impuso en las elecciones al Senado por la provincia de Santa Fe.
En el nuevo mapa político, la oposición sale reforzada ya que el kirchnerismo perdió en 12 distritos electorales.
