La presidenta Cristina Fernández logró ayer un rotundo triunfo en las elecciones primarias, simultáneas y obligatorias, que le abrió la puerta para alcanzar en las generales del 23 de octubre su reelección en primera vuelta.

Al cierre de esta edición, la candidata del Frente para la Victoria obtenía el 49,86% de los votos, con una ventaja de más de 35 puntos de ventaja frente a su más inmediato competidor. Precisamente, la pelea por el segundo lugar entre Ricardo Alfonsín, Eduardo Duhalde y Hermes Binner, aparecía anoche como el dato destacado de la jornada electoral junto al alto porcentaje de votantes, muy similar a una elección regular: Según datos de la Justicia electoral votó el 70% del padrón general.

Según el escrutinio provisorio, Cristina Fernández se encaminaba a aumentar el caudal electoral que la llevó a la Presidencia en 2007, producto de la fragmentación electoral de la oposición que tras el triunfo obtenido en las legislativas de 2009 rompió el frente anti K que había construido.

Detrás de la candidata del Frente para la Victoria, aparecía, lejos, con el 13,01% el candidato de la UCR, Ricardo Alfonsín, en una reñida pelea con el ex mandatario Eduardo Duhalde, del peronismo disidente, quien alcanzaba anoche el 12,06% de los votos escrutados.

En cuarto lugar, con el 38,13% de los votos escrutados se ubicaba el socialista Hermes Binner, con el 10,31%, a quien más de un dirigente opositor definió como la “sorpresa” de las primeras elecciones primarias que se realizaron en Argentina.

Con estos datos, alcanzaba su principal objetivo de las primarias: lograr un caudal de votos suficiente para evitar un eventual balotaje el 20 de noviembre.

La Constitución nacional establece que para acceder a la jefatura del Estado en primera vuelta electoral hace falta reunir el 45% de los votos o el 40% con diez puntos de ventaja. Cristina superaba anoche ambas expectativas.

Como suele suceder en cada elección, Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país con casi el 38% de los votos, fue el pilar de este triunfo, obviamente con el gran aporte del gobernador, Daniel Scioli, que logró su reelección, y la suma de dos listas colectoras.

Las fuerzas opositoras al gobierno de Fernández reconocieron el triunfo de la mandataria, quien siguió los resultados junto con un grupo de dirigentes y funcionarios en el lujoso hotel Intercontinental de Buenos Aires donde pronunció el primer discurso tras el triunfo a las 21.37. Allí, la mandataria agradeció el apoyo, a la gente por ir a votar masivamente y llamó a la unidad de todos los argentinos.

Un total de 28,6 millones de personas estaban habilitadas para votar este domingo en las primarias obligatorias, abiertas a toda la población autorizada y simultáneas para todos los partidos que quieran competir en las próximas elecciones.

Implementados por una reforma política aprobada por el Congreso a finales de 2009, estos comicios definían las listas de candidatos que competirán en las presidenciales y la renovación de la Cámara de Diputados y el Senado.

Los candidatos debían obtener al menos el 1,5% de los votos válidos para quedar habilitados a competir en octubre por lo que, al menos tres binomios nacionales habrían quedado fuera de carrera para octubre.

Entre las curiosidades de la jornada electoral, hay que decir que el gran ausente de la jornada no fue alguno de los postulantes, sino la tinta china que se utiliza para el sello que debe figurar en los documentos de los ciudadanos como prueba de que acudieron a las urnas. Se habían secado las almohadillas.