Desde la segunda quincena de octubre, el puesto en la Fiscalía de Jáchal se encuentra vacante debido al fallecimiento de Nicolás Oritja.

No obstante, la Corte de Justicia no ha comunicado la baja al Consejo de la Magistratura para que este dispare el concurso para cubrir el cargo, a pesar de que el certificado de defunción estuvo listo desde noviembre, aseguraron fuentes calificadas.

Así, el sillón continuará vacío hasta que se lleve a cabo la designación. Mientras tanto, en el departamento norteño se seguirá dando una situación insólita, en la que el actual defensor oficial deberá seguir poniéndose el traje de fiscal en muchas de las causas.

Esto lo deja en el umbral de una incompatibilidad y para evitarla, cuando debe asistir a un imputado no puede actuar como acusador y viceversa. La situación genera demoras en las actuaciones dado que se debe buscar al reemplazante temporal de una lista de abogados.

En el máximo tribunal no hubo respuestas y es de esperar que la vacante sea notificada el mes que viene.
El problema en la Fiscalía jachallera es de larga data. Es que Oritja estaba de licencia desde marzo de 2013 por problemas de salud y si bien había iniciado el trámite jubilatorio, no le salió el beneficio. Desde entonces se viene dando el escollo de la doble función del defensor oficial Sohar Aballay.

El inconveniente se viene subsanando a medias con la designación de abogados de un listado especial para que desempeñen la tarea de fiscal o defensor según el caso. El tema es que no hay muchos que acepten la responsabilidad, habían reconocido en el departamento.

Oritja falleció el 17 de octubre pasado y el certificado de defunción fue enviado al máximo tribunal a fines de ese mes, destacaron las fuentes.

Ahí la Corte tuvo la posibilidad de arreglar el problema de una vez por todas, pero, en cambio, no ha comunicado la vacante al Consejo, el cual no puede llamar a concurso. Así, el mecanismo de reemplazo se disparará, en principio, el mes que viene, mientras que la Justicia jachallera continuará con los retrasos en los procesos.

El fiscal es clave, ya que en un proceso penal es el encargado de pedirle a un juez que inicie una investigación y plantear que la causa vaya a juicio.

El abogado jachallero José Torres había explicado que tras una denuncia, en una situación normal, un fiscal tarda 5 días en pedirle al juez que comience la pesquisa. Pero en el escenario actual, el trámite demora hasta 3 semanas.

Frente a la vacante, Aballay le pidió el traslado al Consejo para ejercer como fiscal. Pero el organismo no ha tratado el planteo dado que no tiene noticias, de manera formal, de la baja.

Los problemas en el servicio de Justicia

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No es la primera vez que en Jáchal hay problemas en el servicio de Justicia. En abril de 2012, el entonces juez Carlos Mateo se quejó de que no contaba con personal y que inclusive había hecho llegar el reclamo ante la Corte de Justicia. Las declaraciones desataron la polémica en el departamento norteño.

Desde el máximo tribunal, Abel Soria Vega había manifestado que el caso estaba en análisis, pero su colega Adolfo Caballero cuestionó el planteo del magistrado jachallero.

En su momento, señaló que “se dice que en el juzgado no se cumplen los horarios y que el rendimiento es deficiente”. Además, había deslizado que Mateo debía trabajar más.

Por su parte, el fiscal General, Eduardo Quattropani, había justificado la necesidad de reforzar sobre todo el Ministerio Público Fiscal.
 
Un año después, luego de que el juez jachallero se jubilara, se produjo el recambio de personal.

Familia judicial

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Juez y fiscal

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El juez de Jáchal, Pablo Oritja, es hijo del fiscal fallecido, Nicolás. El primero fue designado en abril de 2013, mientras que el segundo ya había pedido su licencia. Así, no se dio el caso de que padre e hijo ocuparan los únicos cargos de fiscal y juez en el departamento.