Municipal. Gil había entregado elementos a los trabajadores del matadero en 2016. Aseguró que todos los bienes fueron retirados por una comisión y puestos a resguardo en el municipio. Un exfuncionario sembró un manto de sospechas.

El intendente Julián Gil debe entregar el 10 de diciembre el mando del municipio de Caucete y siguen aflorando los pases de factura de exfuncionarios. Tras el cierre del matadero departamental, el excoordinador, Daniel Farías, sembró un manto de dudas sobre el destino de los bienes. En una nota presentada al Concejo Deliberante señaló que distintas autoridades se negaron a hacer un inventario, que el jefe comunal y un colaborador retiraron elementos "sin ningún procedimiento especial" y que desconocía a dónde fueron a parar. Molesto, Gil aseguró que Farías miente, que intenta cubrirse, que si hay faltantes es responsabilidad del encargado y que los objetos se encuentran bajo resguardo en el depósito del municipio.

La nota del excoordinador del matadero despertó el jueves preocupación en el Concejo, al punto de que salió un pedido para que se informe de manera oficial el destino de los bienes, destacó el edil radical Juan Carlos Vicente. Los cruces entre el intendente y algún miembro de su equipo no son nuevos. Tras quedar abajo de la justicialista Romina Rosas en las PASO provinciales, Gil tuvo encontronazos con su secretario de Obras y la directora de Desarrollo Social, quienes renunciaron disconformes con la metodología de trabajo y los manejos del jefe comunal, según habían manifestado. Luego de perder en las generales, la transición viene atravesada por los conflictos, como la acusación del recorte de personal y la marcha atrás en el nombramiento de empleados a planta permanente (Ver aparte).

En la nueva polémica, Farías le comunicó el miércoles al Concejo la renuncia indeclinable a su cargo de coordinador del matadero municipal, el cual dejó de funcionar el 12 de este mes debido a que todo el faenamiento quedará concentrado en la planta provincial de Rawson, explicaron fuentes oficiales. En el escrito, destacó que le pidió a la representante de la oficina de Patrimonio, Ana Baeza; al propio Gil, al secretario de Coordinación, Hugo Bustos, y al secretario de Producción, Rodrigo Barrera, que realizaran un inventario de bienes y que no hubo "resultado alguno". Además, destacó que el martes y el miércoles pasado el intendente y Bustos "retiraron los bienes muebles del lugar sin ningún procedimiento especial" y que "ignoro cantidad y lugar de destino de los mismos". Así, planteó toda una sospecha. Según fuentes departamentales, en el matadero habían tres motosierras, tres hidrolavadoras, martillos y cuchillas de faena, motores para extraer agua, una computadora, estufas, entre otros elementos. Este medio trató de comunicarse con el exfuncionario, pero no contestó los llamados ni mensajes.

El que sí habló fue Gil, quien remarcó que el 15 de este mes radicaron dos denuncias por los faltantes de una hidrolavadora y un torre con dos reflectores. En las presentaciones realizadas en la Comisaría no le apuntó a su exfuncionario y explicó que será la Policía la que realice la investigación, aunque el intendente no se privó de dejar la pelota en el área de Farías ante el manto de sospecha que deslizó en su nota. "El puede sembrar las dudas que quiera, pero hay dos denuncias radicadas. Si llega a existir algún faltante de algo que esté inventariado, el único responsable va a ser el encargado del matadero. Se quiere cubrir ante la duda, para salir ileso de la situación". El jefe comunal aseguró que envió a una comisión de funcionarios a registrar y retirar los bienes, los que se encuentran a resguardo en el depósito del municipio.

Problemas

Partida

Luego de las PASO, el secretario de Obras, Daniel Metola, dijo que renunció molesto porque le achacaran la derrota y señaló que si hubo demoras, "fue por los malos manejos del intendente".

Quejas

Antes de la general, la directora de Desarrollo Social, Miriam Roselló, se fue del municipio "por no compartir metodologías de trabajo, como así también descalificaciones hacia mi persona".

Marcha atrás

Tras la derrota, salió a la luz que Gil incorporó 67 empleados a planta permanente, de los cuales, 21 eran funcionarios y miembros del staff político. Dio marcha atrás ante la queja municipal.

Personal

21 Son los empleados que tenía el matadero de Caucete. Diez de ellos son planta permanente y los restantes tienen un Plan de Inclusión Laboral (PILD).

Acusaciones

Luego de la caída en las generales, un delegado sindical de UPCN, Fabián Ruarte, y el concejal Alejandro Varela habían acusado al intendente Julián Gil de recortar personal y de cerrar merenderos