Comicios. Según el cronograma electoral, las elecciones generales locales se llevarán adelante el 2 de junio, poco más de 60 días antes de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) nacionales. 


Luego de que el Tribunal Electoral oficialice las listas de precandidatos, los partidos y frentes deberán lograr un piso mínimo de votos en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 31 de marzo para poder competir en las generales del 2 de junio. Ese requisito, gracias a la legislación local, es más flexible para las fuerzas que jueguen con lista única, por lo que resulta una ayuda para que las de menor peso electoral saquen el pasaje a la contienda final. La situación se presenta diferente al parámetro nacional, que ha dejado en el camino a algunas agrupaciones en el filtro de las internas en contiendas pasadas.


De hecho, los partidos denominados chicos, y sobre todo los de sectores de izquierda, han venido criticando el piso de votos a superar fijado en la ley de primarias nacionales, dado que, señalan, impide la participación en la elección final. A nivel nacional, la norma exige que tanto listas únicas como múltiples superen el 1,5 por ciento de los votos válidos emitidos. En el comicio de 2017, en la que se escogieron diputados nacionales y senadores, la cifra fue cercana a 6.500 votos. La Izquierda por una Opción Socialista no pudo pasar el obstáculo y se quedó sin competir en la general. Como acumuló ese traspié en dos elecciones consecutivas, perdió su personería política.


En cambio, la legislación local contempló dos escenarios para las fuerzas políticas que presenten listas únicas. Si compiten en soledad, deben obtener un porcentaje de votos no inferior al cinco por ciento del padrón de sus afiliados. En esta situación se encuentran la Cruzada Renovadora, Dignidad Ciudadana, el Partido del Trabajo y del Pueblo (PTP), la Nueva Izquierda y Nueva Dirigencia. Sus listados de simpatizantes rondan, con más o menos adherentes, los 2.500. De acuerdo a la aplicación del porcentaje, deberán obtener alrededor de 125 votos en la categoría de gobernador y vice para sacar el ticket a la general. Esta última cifra es sensiblemente menor a los 6.500 sufragios que se exigió en la legislativa de 2017 y que para este año se calcula que será mayor, si se aplicara el parámetro nacional.


Por el lado de una sociedad electoral con lista única, también deberá obtener el cinco por ciento, pero de la suma total de los padrones de las fuerzas que integran la alianza. Son los casos de los frentes Todos, Con Vos y San Juan Primero. En la primera coalición, el PJ y el bloquismo tienen 77 mil afiliados, según los registros de 2017, por lo que necesitaría sólo 3.850 votos para pasar en la general, una cifra ínfima dado al rendimiento de la alianza oficialista. En los restantes, sus pisos de votos también son accesibles y superables teniendo en cuenta ese criterio.


Y en los casos en los que los partidos o frentes vayan a primarias o presenten listas múltiples, ya sea para cargos provinciales o municipales, el requisito es igual al exigido por la ley nacional: estar por arriba del 1,5 por ciento de los votos válidos, que a nivel provincial gira en torno a los 6.500. Pero ninguna fuerza política tiene internas en la categoría de gobernador, por lo que ese criterio no se aplicará en este comicio y todos se verán las caras en la general. Sí habrá competencia puertas adentro en municipios, como en Rawson con los frentes Todos y Con Vos. De acuerdo a la última elección, los votos válidos fueron casi 68 mil, por lo que las listas de cada espacio deberán reunir 1.000 adhesiones para ganar el derecho de participar en la elección final. Una marca que no es difícil para los de peso electoral.