Mientras su hija Florencia paseaba para conocer las maravillas arquitectónicas y culturales de Estambul, la presidenta Cristina Fernández pidió ayer a los empresarios turcos que "no vean a la Argentina solamente como una vaca", al resaltar el "valor agregado" de los productos argentinos, al hablar en un encuentro que se realizó en Estambul.

Al cierre de la gira que la llevó por países de Medio Oriente, la mandataria manifestó que "no queremos que vean a la Argentina solamente como una vaca o como productora de granos; la Argentina dio un salto cualitativo en materia de valor agregado", destacó la mandataria, ante los gerentes de empresas turcas, en un encuentro que procuró atraer inversiones de ese país.

La presidenta anunció además que habrá vuelos directos entre Buenos Aires y Ankara y Estambul desde agosto venidero, para "agilizar" los negocios entre ambos países y ratificó que el país abrirá una oficina comercial en Estambul, en el cierre del seminario que fue transmitido en Casa de Gobierno. Resaltó también que "nuestro país ha tenido problemas similares a los de Turquía, y ha podido recuperarse" y que "en estos ocho años" la Argentina tuvo "el crecimiento más importante de sus 200 años de historia", en referencia a la gestión kirchnerista.

A su vez, hizo mención a las "relaciones de profunda raigambre cultural" entre la Argentina y Turquía, y apuntó que los dos países "somos integrantes del G-20, que es hijo de la crisis de 2008", que sacudió las finanzas de los países centrales.

La mandataria destacó el acuerdo "por el cual habrá conectividad directa entre los hombres de negocios de los dos países" ya que "comenzarán a operar en agosto vuelos directos entre Estambul, Ankara y Buenos Aires".

Por otra parte señaló la "conformación de una cámara de comercio binacional, para agilizar las oportunidades entre ambos países", y la "apertura de una oficina comercial en Estambul, que es el centro de la economía y finanzas de Turquía".

Florencia, protagonista

Tal como lo hiciera en Qatar, donde de entrevistó a solas con la hija del emir, Florencia Kirchner volvió a ser protagonista ayer en la última jornada de la delegación argentina en Turquía.

La hija de la presidenta recorrió ayer la ciudad de Estambul, Turquía, por invitación de Sumeyye Erdogan, hija del Primer Ministro de ese país, Recep Tayyip Erdogan, quien la acompañó en la visita que se prolongó alrededor de tres horas. Así se informó oficialmente a través de Presidencia de la Nación. "El año pasado iba a ir a la Argentina en un viaje a Buenos Aires, y al final se suspendió cuando estábamos en Brasil", le comentó Sumeyye a Florencia según la gacetilla oficial. En este sentido, le confesó estar "con muchas ganas de conocer" la Argentina, a lo cual la hija de la presidenta Cristina Fernández se comprometió a ser la anfitriona ni bien toque suelo argentino.

Florencia Kirchner le relató a Sumeyye Erdogan "los atractivos turísticos y culturales de su país, tentándola para que lo conozca lo antes posible".

La Casa Rosada informó que "la hija del primer ministro de Turquía tiene 25 años, es licenciada en ciencias políticas y asesora al partido político de su padre", en tanto señaló que "Florencia, con 20 años, está realizando estudios de cinematografía en Nueva York".

La recorrida por Estambul, que se extendió "amigablemente", incluyó visitas a mezquitas, el puente que separa la Turquía europea de la asiática, construcciones históricas y "hasta hicieron una parada para tomar un café", consta en la gacetilla oficial.