Con voces a favor y voces en contra, el gobierno dio ayer por cerrada la negociación salarial para el sector de la administración pública, representado por los gremios ATE, UPCN, ATSA, SOEME y Sitraviap. Les concedió una recomposición del 23 por ciento al básico más una suma fija remunerativa (aporta a jubilación, obra social y sindicatos) y no bonificable de 140 pesos, a computar desde el 1 de marzo. Los profesionales de la salud y los docentes negocian aparte.

Consultados algunos de esos gremios, ATE dijo que no aceptaban nada todavía porque lo consideran insuficiente y desde ATSA y UPCN se mostraron satisfechos.

Gabriel Pacheco de UPCN dijo que el aumento significa unos 400 pesos de bolsillo para el que menos gana y Alfredo Duarte de ATSA aseguró que para los trabajadores de su sector repercute en un mínimo de bolsillo de 600 pesos.

"Nosotros habíamos elevado distintas propuestas, habíamos dicho que las sumas fijas pasaran al básico hasta un piso de 1.200 pesos para la categoría mínima y nos han hecho una propuesta superadora", evaluó Pacheco. Agregó que también es positivo que el aumento además repercute en el jornal de campaña, un adicional que cobra buena parte de la administración pública provincial.

"Nosotros damos por cerrada la conversación, la comisión directiva lo va a analizar pero entendemos que, dentro de lo solicitado, estamos muy cerca del 25 por ciento que habíamos pedido", opinó Duarte.

Por la negativa se expresó Hugo Leglise de ATE: "Nosotros no hemos cerrado nada, no estamos de acuerdo, porque no alcanza para cubrir el deterioro salarial producido por la inflación".

De todos modos, para la parte oficial la conversación está terminada y correrá el aumento anunciado ayer por el ministro de Hacienda, Aldo Molina. El funcionario analizó que "hemos llegado a un acuerdo mínimo. Por supuesto esto no satisface plenamente las aspiraciones de los sindicatos, pero es una dirigencia madura y responsable que permite un beneficio para los estatales".

Sobre los valores inflacionarios, Molina dijo que "yo no me expido en relación con los índices inflacionarios. Los gremios hacen sus pedidos y hay gente que pidió 40 por ciento al básico y otros un porcentaje inferior. Nosotros hemos dicho que es imposible dar 40 por ciento y por otra parte, atendiendo a que los sectores medios les es útil una suma fija, hemos planteado un aumento mixto".

Incluso, el ministro cerró la puerta a otra recomposición a lo largo de 2011: "nosotros entendemos que este arreglo es para cubrir las expectativas del año en curso, incluso no pudimos darlo desde el 1 de enero", aseguró.

Molina detalló que esta suba en particular implica un costo nominal a las arcas del Estado de un 21 por ciento y, anualmente, un total aproximado de 220 millones de pesos más para la grilla salarial.

La fijación del aumento para este sector de la administración pública se dio tras la segunda reunión, que incluso ayer sorprendió hasta a los gremios, ya que estaba previsto, tras un primer encuentro el lunes, que las partes se verían nuevamente la semana próxima. Incluso Molina se encargó sólo del asunto, ya que el otro ministro de la comisión salarial, Emilio Fernández (Gobierno), está fuera de la provincia.

Por otro lado, hoy a las 19 están citados los profesionales de la Salud, que negocian aparte porque su actividad se rige con leyes distintas. Desde el Sindicato Médico, Daniel Sanna, dijo ayer que rechazan de antemano la propuesta si es de un 23 por ciento al básico, porque están pidiendo un 30, que implica que los médicos que recién se inician lleguen a los 4.000 pesos mensuales de bolsillo.