En las temporadas del ‘93 y del ‘94 fue marcador central en la primera división de Sportivo Desamparados y hasta jugó los partidos del Torneo del Interior con la casaca de su equipo, pero desde diciembre del año pasado está al frente del Instituto Penal de Chimbas, como responsable de los casi 870 internos que hoy tiene la institución. Se trata de Leonardo Javier Barac (42), un abogado que viene de los equipos técnicos del Partido Justicialista de San Juan.

No tenía antecedentes en el tema de los detenidos e incluso en su profesión como abogado se dedicaba a hacer civil, una rama del derecho que tiene que ver con cuestiones de familia, divorcios, accidentes o sucesiones, pero que está lejos de las cuestiones penales. Sin embargo Barac analizó que ‘tal vez por la forma de ser que tengo y el respeto por el ser humano‘ fueron aspectos que les sirvieron a las autoridades para tenerlo en cuenta.

En el PJ integró la Comisión Interdisciplinaria Partidaria, encargada de intervenir cuando se deben aplicar sanciones a un afiliado y también formó parte de la Junta Electoral de la fuerza.

Sus antecedentes en la administración pública son primero haber sido abogado externo de Obras Sanitarias Sociedad del Estado y en el primer período del gobernador José Luis Gioja fue jefe de asesores de la Secretaría de Relaciones Institucionales, a cargo de Elena Peletier.

‘Estaba como en el banco de suplentes, esperando mi oportunidad‘, sostiene con términos futboleros, y agrega que esa oportunidad le tocó cuando lo llamaron para ocupar el cargo de director del Penal.

Cuando llegó dijo que ‘tenía una expectativa distinta, pero me encontré con una realidad mejor de lo que esperaba, Acá hay gente entre el personal muy valiosa, porque le ponen el pecho a las balas, como se dice‘.

Pero hay una frase que lo pinta de cuerpo entero como ex futbolista y actual funcionario a cargo del Penal. Ante la pregunta de cómo vive cuando un interno se fuga, respondió que ‘es como que me hicieran un gol‘.

Incluso contó que después de una fuga, como la que ocurrió en diciembre, a los pocos días de asumir, cuando iba por los pabellones del Penal le gritaban: ‘Uno a cero‘.

Pero cuenta que después de que el interno fue recapturado, su gente respondía. ‘Uno a uno‘.

‘Esto es verdad, así es como se lo vive acá adentro cuando alguien se escapa‘, sostiene.

Barac cuenta que no es una tarea fácil para los guardiacárceles convivir con una población de 870 internos ‘que están pensando las 24 horas cómo nos van a embromar‘.

Por eso destacó que ‘para ser guardiacárcel hay que tener vocación, y el que no la tiene cuando viene acá está unos pocos días, no aguanta y se va‘.

De la población carcelaria, que son los 870 internos, la mitad son penados, es decir que tienen una condena firme, pero la otra mitad son procesados.

Estos últimos son los que todavía no tienen condena firme.
Entre todos los detenidos sólo hay 37 mujeres, que están en otro sector del predio de la cárcel. Y para la custodia de la población carcelaria dijo que cuenta con 275 efectivos, sin contar los administrativos, médicos o los que se dedican a la enseñanza, por ejemplo.

El principal objetivo desde su cargo dijo que es ‘profesionalizar y perfeccionar el personal, con capacitación permanente‘.
En ese sentido contó que ya han empezado con prácticas en el Polígono de Tiro de Gendarmería.

‘La idea es que el personal vuelva a tirar, a sentir el arma‘, dijo.
‘Todo esto tiene como propósito darles a los agentes el lugar que se merecen porque son ellos los que caminan la cárcel, son los que conocen al interno y saben cómo se manejan. Pero ellos también deben pensar en la seguridad‘, agregó.
En el tema del equipamiento con el que quiere dotar al Penal mencionó que apuestan a incorporar un scanner ‘lo antes posible‘, no sólo para detectar metales sino también otros elementos, como droga, uno de los principales problemas que hoy tienen en la institución penitenciaria.

Se trata de los llamados ‘body scan‘, un moderno sistema de escaneo corporal que permitirá detectar la droga en quienes ingresen al Penal y de objetos peligrosos en el organismo.
Además Barac dijo que quieren reforzar la cantidad de perros entrenados para el control de la droga. ‘Son la mejor herramienta‘, dijo.