“Ahora no hay ningún Gioja pero quedan buenos sanjuaninos”, dijo risueño el Gobernador, al ser consultado por DIARIO DE CUYO sobre la ausencia de exponentes de ese apellido, luego de 20 años de la presencia en el Congreso nacional primero de José Luis, y posteriormente sus hermanos César y Juan Carlos. El actual mandatario local fue el que inició la tarea legislativa en el Parlamento, cuando asumió como diputado a fines de 1991.

Durante su diputación presidió la comisión de Minería y la parlamentaria Conjunta de Integración Argentino-Chilena, que estratégicamente logró para trabajar por San Juan de cara a emprendimientos futuros que hoy están en pleno auge en la provincia.

José Luis Gioja continuó luego en el Senado -hasta su candidatura a gobernador en el 2003- y estuvo también al frente de Coparticipación Federal de Impuestos, entre otras dependencias que integró. En el 2000 asumió la presidencia del bloque Justicialista de la Cámara alta, y dos años más tarde se convirtió en el presidente provisional del Senado de la Nación, lo que le implicó un suceso inesperado en su vida política: el haber sido Presidente de todos los argentino por un día.

Fue exactamente el 1º de enero de 2003, tiempos en que por ley de acefalía Eduardo Duhalde estaba al mando de la Nación y viajó a Brasil para asistir a la ceremonia de asunción de Luiz Inacio Lula da Silva, por lo que Gioja, primer hombre en la línea sucesoria presidencial, ocupó su cargo, para el que tuvo que ponerse corbata.

Pero meses antes, en plena crisis en diciembre de 2001 atravesó lo que él considera “lo más difícil que tuve que vivir como político, entonces senador nacional”, según sus palabras: “Fue terrible, entrábamos al Senado a las ocho de la mañana y salíamos a la una y media, dos de la madrugada, la gente estaba aglomerada rodeando el Congreso, lo más trágico fue la persona baleada en el exterior del Palacio Legislativo, en la escalinata, a metros del despacho que ocupaba como presidente del bloque del PJ, ahí la angustia y el miedo me dominaron”, relató el sanjuanino, quien recuperó la calma luego de entablar una conversación telefónica con su hija.

Las anécdotas que suma el Gobernador son incalculables, los legados y recuerdos de su paso por el Congreso también, como por ejemplo la rúbrica en una edición del billete de cien pesos, que lleva la firma personal del sanjuanino, por entonces presidente del Senado.

Asimismo, cuenta con dieciséis leyes nacionales de su autoría, entre las que se encuentran la 24.196 de Inversiones Mineras y el régimen legal para las denominaciones de origen de productos agrícolas y alimentarios.

“He trabajado tanto en el Congreso que me lo conozco de memoria, la verdad que esos años fueron muy duros, ir a Buenos Aires, volver, esperar el avión en el aeropuerto cada semana, si tuviera que sumar todo el tiempo perdido en viajes y esperas serían años”, comentó con gracia.

Juan Carlos fue miembro del Parlamento Latinoamericano y participó como coautor de las ley 26.583 por la que se determinó la construcción de un monumento a la memoria del Cruce de los Andes en la provincia, y la 26.676 que estableció la restitución al Gobierno local de la Bandera Ciudadana que capitaneó la IV División del Ejército de los Andes, al mando de Juan Manuel Cabot.

Otros dos Gioja formaron parte del staff legislativo: el hijo de César, Leonardo, quien fue también director de la Casa de San Juan en Buenos Aires y Lucas, sobrino del Gobernador, ex asesor en sus tiempos de senador y hoy integrante del equipo de Asuntos Culturales de Cancillería.