El Banco Central (BCRA) aprobó ayer la reglamentación de la Ley de Seguridad Bancaria, que establece nuevos requisitos que deberán cumplir las entidades financieras para evitar los actos delictivos conocidos como "salideras bancarias" y que pone fuera de circulación a los celulares.

Es que a partir del 30 de abril de 2011, empleados y clientes deberán dejar los teléfonos móviles en bolsas o lockers al ingresar a una sucursal bancaria ya que no no pueden implementar un sistema de inhibidores como disponía la Ley 26.637 aprobada por el Congreso en setiembre pasado. Así lo explicó ayer el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce en conferencia de prensa.

Todas las entidades deberán presentar un "plan alternativo" para la adopción de mecanismos que harán efectiva la prohibición del uso de los teléfonos celulares.

Pesce, detalló que los dispositivos no se utilizarán, debido a que "no se demostró la inocuidad para la salud de las personas", al tiempo que "no se demostró que su uso no daña el normal funcionamiento de las actividades de terceros" en edificios circundantes.

El funcionario del BCRA precisó que para tomar esta determinación pidieron asesoramiento a técnicos del INTI, de la Policía Federal y de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones.

El primero presentó además una lista de países donde "se encuentra prohibido el uso y venta de estos dispositivos" del tenor que promovió con su proyecto el diputado del GEN, Gerardo Milman. Entre ellos, se encuentran los EEUU y la Unión Europea.

Con lo cual, el diseño del plan alternativo quedará a cargo de cada una de las entidades, y para su implementación deberá pasar el filtro de la entidad de contralor monetaria.

Pesce explicó que, como alternativa, los "bancos podrían utilizar bolsas" aislantes de los aparatos, o "lockers", o bien "implementar otro mecanismo que retenga los celulares" hasta que el cliente se retire de la entidad.

Asimismo, las entidades tendrán tiempo hasta el 31 de diciembre de 2011 para la instalación de los denominados tesoros móviles, que cumplen con los nuevos requisitos técnicos que deben tener las bóvedas para brindar mayor seguridad, tiempo que se extenderá hasta el 30 de junio del año próximo, para el caso de la adecuación de los tesoros fijos.

Esta reglamentación específica cobra importancia a la luz del asalto tipo boquetero a la sucursal Belgrano del Banco Provincia. Pesce dijo que "el servicio de cajas de seguridad no es intermediación financiera y por ello nosotros consideramos que no teníamos que reglamentarlo, pero ahora lo impone la ley".

Según explicó Pesce, el tesoro móvil se usa en los casos en los que una entidad abre una sucursal en un edificio alquilado que no estaba diseñado originalmente para que funcione una entidad financiera.

Respecto de las nuevas barreras visuales, las mamparas laterales que deberán colocarse para la operatoria de las cajas y los cajeros, se estableció un plazo hasta el 30 de junio de este año para las entidades grandes; y hasta el 31 de diciembre para las entidades pequeñas o situadas en zonas de poca densidad de población.