La Cumbre del Mercosur que se celebrará en San Juan el lunes y martes próximo serviría de marco para poner fin a la controversia entre Argentina y Uruguay por el monitoreo conjunto en el cauce del río Uruguay, un plan que pidió el fallo del tribunal de Justicia de La Haya, que hoy intentará destrabar en su viaje a Buenos Aires el presidente, José Mujica.
Ayer por la tarde, Mujica informó a su gabinete social que se comunicó telefónicamente con la presidenta Cristina Fernández y acordó una reunión para hoy en Buenos Aires, con el objetivo de destrabar la controversia bilateral por la pastera UPM, ex Botnia, cuya solución transita en torno al monitoreo conjunto.
Fernández de Kirchner y Mujica se reunirán en la residencia presidencial de Olivos a las 15.
Los mandatarios acordaron el pasado 2 de junio en la quinta de Anchorena, en Colonia, que en dos meses estaría listo un plan y los ambientalistas de Gualeguaychú levantaron 17 días después el corte del puente internacional que duró más de tres años.
En un principio el plan de control ambiental del río Uruguay debió estar listo el viernes último, pero no hubo definiciones.
Ambas cancillerías esperan que el programa esté cerrado para ser firmado durante la cumbre del Mercosur que se realizará en San Juan.
El canciller uruguayo Luis Almagro ya había descartado el lunes en Montevideo que "el tema esté trancado", como había trascendido, en especial desde la prensa de ese país.
En tanto el canciller argentino, Héctor Timerman, negó ayer que estén trabadas las negociaciones con Uruguay en torno del monitoreo ambiental en el río fronterizo, y recibió críticas del ex embajador en Buenos Aires Alberto Volonté por su actitud "lejos del silencio y la prudencia", al realizar afirmaciones permanentes en la red social Twitter.
"Coincido con mi colega Luis Almagro. Las negociaciones no están trabadas. La solución pasa por dejar a la ciencia inspeccionar lo que necesite", dijo hace pocas horas el canciller argentino Héctor Timerman, en una de sus habituales intervenciones en la red social Twitter. Precisamente, fue este método de comunicación lo que motivó parte de las críticas de Volonté, quien se quejó de que Timerman recurre "permanentemente" a Internet para referirse a las tratativas bilaterales. "Uno ve que la cancillería uruguaya, que el ministro (Luis) Almagro está en silencio, un silencio prudente; pero por el otro lado la cancillería argentina, por medio de su canciller permanentemente recurriendo a internet, nos dice cosas que están y se entrecomillan, por tanto está muy lejos del silencio y la prudencia", lanzó Volonté.
El diplomático insistió: "La prudencia se pierde cuando dos cancilleres están negociando algo tan delicado y se comprometen -lo que me parece bien- a no decir nada hasta que el tema se haya arreglado".

