Más de 300 familias chimberas recibieron ayer una vivienda propia de material y ya no tendrán que salir corriendo por miedo a un derrumbe cada vez que llueva. Los beneficiarios vivían en las villas Mariano Moreno y 2 de abril y en febrero, cuando un fuerte temporal azotó a la provincia, vieron como el agua se les metía en sus precarias casas y dañaba las paredes y todo lo que encontraba su paso. En el asentamiento quedaron cientos de parientes y amigos que también tendrán mejor calidad de vida, ya que sus hogares están siendo renovados por completo a través de un programa habitacional.

“No nos vamos a llover más, ya no se nos va a caer nada”, dijo emocionada Natalia Aracena, una de las vecinas de la Villa Mariano Moreno. La mujer y su esposo llevaban más de 10 años esperando una casa y ayer no pudo evitar acordarse de lo mal que la pasaron en febrero por la inundación. “Vivíamos con mis suegros y se tuvieron que ir porque se nos cayó una parte de la cocina”, contó.

Natalia y Fernando Olivares recibieron una de las casas que se levantaron en el barrio Mariano Moreno, al lado de la villa del mismo nombre. En total, son 307 viviendas con cocina, comedor, baño y dos dormitorios que se levantaron a través del programa “Techo digno”, que se financió con más de 10 millones de pesos que pusieron en forma conjunta el Estado nacional y la Provincia.

El complejo habitacional cuenta con 384 casas. Las otras 77 se están construyendo en estos momentos y de acuerdo a lo que dijo el titular del IPV, Martín Juncosa, “en unos 60 días van a estar listas y se van a entregar”.

Tanto en la 2 de abril como en la Mariano Moreno, había lotes que eran compartidos por varias familias. El Gobierno local salió a hacer un relevamiento y resolvió solucionar el problema habitacional a través de dos líneas de acción: construyó el barrio para las que no tenían un espacio propio y echó mano a un plan especial para mejor las casas de las familias que se quedaron en los asentamientos.

Las familias que siguen habitando las villas son 376 y la administración giojista está refaccionando y ampliando sus viviendas mediante el programa “Mejor Vivir. Eso incluye el reemplazo de letrinas, el arreglo de cocinas y techos, refuerzo de cimientos y la construcción de habitaciones. Antes, hizo uso del plan Promeba y por primera vez dotó a los dos conjuntos de veredas y servicios indispensables como red de agua potable, gas natural y cloacas.

El acto de entrega de las nuevas viviendas juntó a todos. Los beneficiarios, sus parientes y sus antiguos vecinos se reunieron para celebrar y fueron testigos de los anuncios del gobernador José Luis Gioja, que en un encendido discurso prometió la pronta pavimentación de las calles internas del nuevo barrio Mariano Moreno y la erradicación de la llamada Cueva del Chancho.

En la cita chimbera se sintió la previa electoral. “Este año no hay elecciones, pero hay algunos que se adelantan y aparecen con propuestas de derogar y derogar”, dijo primero Gioja. Después, agregó que “hay que tener cuidado con los saltos al vacío porque ya no pasó en el 2001, los que prometieron que iban a hacer todo se fueron en helicóptero de la Casa Rosada”.

Por otra parte, de cara a lo que se viene, les pidió a los chimberos que “sigamos trabajando todos juntos”. “Esto se hace porque hay gestión, esto se hace porque hay trabajo en equipo, porque hay un ministerio y un intendente que trabajan todos los días”, dijo en alusión a las nuevas soluciones habitacionales para las familias de Chimbas.

La administración giojista planea entregar esta semana dos barrios más, para completar más de 1.000 viviendas del IPV inauguradas durante el mes de noviembre. Uno es se llama Conjunto II y está en el departamento Caucete y el otro fue bautizado con el nombre de Los Horcones y pertenece a Rawson.

Con esa cantidad, llegará a la barrera de las 26 mil soluciones habitacionales desde que comenzó la era giojista, a fines del año 2003. La cifra es producto del plan de erradicación de villas miseria, de la operatoria tradicional del IPV, de la operatoria para los gremios y de programas que se bajaron en la última década desde el Gobierno nacional.

Temporal:

La tormenta de viento y lluvia que afectó a San Juan a principios de febrero provocó inundaciones en 13 departamentos y dejó más de 2.000 personas evacuadas. Entre los que se vieron afectados estuvieron los vecinos de las villas Mariano Moreno y 2 de abril, aunque la mayoría de ellos prefirió quedarse en sus casas para apuntalarlas y evitar que se cayeran por completo.

El temporal provocó daños y derrumbes en ranchos y las calles se convirtieron en un barrizal imposible de transitar. El Gobierno provincial tuvo que hacer uso de establecimientos escolares y uniones vecinales para albergar a los evacuados y una vez que pasó el temporal, a los que no pudieron volver a sus viviendas, les entregó un módulo habitacional hasta poder construirles una casa de material.

Cuando el drama parecía ser parte del pasado, el 24 del mismo mes volvió a caer una intensa lluvia en cinco departamentos. Muchos de los afectados habían regresados a sus hogares y tuvieron que ser evacuados de nuevo por el Ministerio de Desarrollo Humano.
El saldo de las lluvias fue de los peores que se recuerden en San Juan. Pero hubiera sido mucho más perjudicial, de no ser porque en los últimos años se erradicaron cerca de 90 villas miseria en las que vivían decenas de miles de familias en ranchos de caña y barro que solían ceder frente a temporales de menor intensidad.