Los vecinos de ambos lados del río Uruguay, frontera entre ese país y Argentina, escenificaron ayer con sendas marchas sus posturas antagónicas respecto al conflicto por la planta de celulosa de la empresa UPM (ex Botnia) y al corte en un puente fronterizo que se prolonga desde hace más de tres años.
Por el lado argentino, una multitud de ecologistas y vecinos de Gualeguaychú rechazaron el reciente fallo de la Corte de Justicia de la Haya sobre la papelera, instalada en la orilla del río Uruguay, reclamaron su cierre y advirtieron al Gobierno que el dictamen "no soluciona el conflicto’ con el país vecino. En una dura proclama leída en el puente, la Asamblea exigió, además, a la presidenta Cristina Fernández que "no acepte el control y monitoreo conjunto de la planta, resignando el camino que eligió nuestro pueblo: lograr el desmantelamiento de Botnia-UPM". "La responsabilizamos de las consecuencias de la negociación con el Estado uruguayo. Es inadmisible su planteo y el de (José) Mujica, de borrón y cuenta nueva", manifestaron.
Los asambleístas también pidieron a la Presidenta que "defienda la soberanía", que sea "coherente y no servil" a Botnia.
Unas 18.000 personas, según los organizadores, llegaron al lado argentino del puente internacional General San Martín bloqueado desde noviembre de 2006 en repudio a la planta de celulosa. Allí, alzaron fuertes sus voces para rechazar al dictamen de la Corte de La Haya, que señaló que no hay pruebas de que la papelera amenace al ambiente y el futuro del río, tal y como adujo la demanda presentada por Argentina.
En una proclama, la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, organizadora de la marcha, se negó a aceptar la sentencia y expresó "firmemente" su "exigencia de desmantelamiento" de la papelera de UPM instalada en Fray Bentos.
La Asamblea exigió también al mandatario uruguayo que "pida perdón porque el Estado que conduce violó el Tratado" del río compartido y reiteró que "si saca" la pastera de Fray Bentos será levantado el corte de ruta.
Al respecto, destacó que "la hermandad de los pueblos no se forja en el servilismo a las multinacionales" como la pastera finlandesa y que "no alcanzan las fotos simpáticas" para superar el conflicto.
"No le mienta a los uruguayos diciendo que el problema es el corte de la ruta 136. Arroyo Verde es nada más que la respuesta soberana de un pueblo que no tiene precio", remarcaron dirigiéndose a Mujica.
Desde temprano miles de personas comenzaron a llegar al puente, situado a 43 kilómetros de Gualeguaychú, para participar de lo que varios organizadores consideraron "la movilización más grande" de las llevadas a cabo desde el
inicio del conflicto.
Las medidas de seguridad fueron patentes en ambos lados del río y efectivos de la Gendarmería argentina y de la Prefectura Naval uruguaya detuvieron el paso a los grupos opuestos de manifestantes en la entrada al puente de varios kilómetros de extensión que habitualmente une y hoy separa ambos países.
Esta fue la sexta marcha de los ambientalistas al puente desde que se desató el conflicto y la primera desde que la Corte de la Haya emitió su fallo, el pasado 20 de abril.
En su dictamen, la Corte determinó que si bien Uruguay incumplió parte del tratado de administración compartida del río al autorizar la instalación de la papelera en forma unilateral, la planta no causa daños medioambientales que justifiquen el pago de una indemnización que reclamaba Buenos Aires.
La proclama ambientalista argentina sostuvo que el fallo de La Haya "lejos de solucionar el conflicto lo agrava", porque "es inhumano", "manifiestamente injusto" e "incoherente", debido a que "sólo aceptó pruebas uruguayas y de consultoras contratadas" por la papelera.

