En los niños y hasta en los rostros más curtidos por el sol y el viento corrieron ayer lágrimas. Fue al quedar habilitado el nuevo camino que va desde el cruce de la Ruta 40, en Tucunuco, hasta la localidad jachallera de Mogna, donde año tras año se reúnen los fieles devotos de Santa Bárbara y que lleva el nombre de Ruta 475.

Son 31 kilómetros que quedaron habilitados al tránsito, pero con mucho cuidado y por ahora con vehículos de doble tracción, porque el proyecto de Vialidad Provincial es construir un nuevo camino consolidado que tendrá 12 metros de ancho y que incluirá 4 puentes y varias alcantarillas (ver aparte) para que la comunicación sea permanente. Y no como ahora que, tras cada lluvia, el camino suele quedar interrumpido por días hasta que van las máquinas de Vialidad a hacer las reparaciones necesarias.

Para la nueva obra, que se hará en 3 tramos, todavía no hay fecha para realizarlos. Pero sí se calcula que en abril el Gobierno llamará a licitación para el segundo sector, el más complicado, porque los otros dos los hará Vialidad Provincial por administración, es decir con su personal y sus propios recursos.

Por eso la emoción de todos los lugareños y hasta de los funcionarios provinciales encabezados por el gobernador José Luis Gioja. En el caso del mandatario por un doble motivo. Es jachallero y además su cumpleaños, que es el 4 de diciembre, coincide con la celebración de la fiesta mayor en honor de la Virgen y por eso concurre ininterrumpidamente todos los años.

Justamente en la última fiesta el mandatario anticipó la apertura del último tramo de la huella, que fue en la zona del cruce de Los Morados.

Junto a los diputados nacionales Juan Carlos Gioja y Daniel Tomas y al director de Vialidad Provincial, Edgardo Güerci, fue recibido por el intendente jachallero Jorge Barifusa. Pero también estaban los integrantes del grupo Santa Bárbara, de Niquivil, con sus banderas y una gran pancarta para recibirlo y darle el agradecimiento.

Ellos fueron los principales promotores del nuevo camino (ver aparte) y fueron los más entusiastas durante la celebración. Incluso aportaron para el corte de cintas en la zona del cruce de Los Morados un equipo de sonido que fue transportado en una especie de guanaquera, el único vehículo capaz de sortear los cruces de los ríos y las zonas más perjudicadas por las crecientes frecuentes en la zona.

Ese equipo de sonido permitió que en medio de un paisaje que se asemeja en gran parte al de Ischigualasto se pudieran escuchar los discursos de las autoridades y hasta se cantara el Himno Nacional.

Escuchar los acordes de la canción patria en medio de los cerros jachalleros hizo que todos los presentes la cantaran a todo pulmón y fue la antesala para el momento más esperado: el corte de cintas para dejar habilitada la huella. Para ese fin, las máquinas de Vialidad Provincial habían estado trabajando hasta momentos antes de la ceremonia para cumplir el objetivo.

Una vez producido el corte de cintas, al que Gioja invitó no sólo a los funcionarios sino también a los vecinos de la zona, vino el abrazo de niquivileros y de los moquineros, como se les llama a los habitantes de Mogna.

Después la comitiva se trasladó hasta Mogna y el primer lugar visitado fue la capilla en honor a Santa Bárbara, donde buena parte de los habitantes del pueblo y los chicos de la colonia de verano entonaron el himno en honor a la santa.

Después vino una explicación técnica del nuevo camino, que estuvo a cargo del titular de Vialidad, Güerci, y de Francisco Lomas, uno de los técnicos que supervisó la elaboración del proyecto.