Aunque algunos adviertan que le falta carisma y que tiene la voz apagada, el candidato kirchnerista a jefe de Gobierno porteño se enciende cuando va a la cancha. Fanático de los "cuervos" de San Lorenzo, a Daniel Filmus le cambia el carácter cuando está en la tribuna alentando a su equipo de fútbol.

De todas maneras, no llega a perder la compostura. "Ni siquiera se le salió la cadena cuando festejó el campeonato de 2007", recuerda el ex presidente de San Lorenzo, Rafael Savino, al describir algunas particularidades de Filmus. Nacido en el bario porteño de La Paternal, Filmus comenzó a cobrar protagonismo cuando en 2003 aceptó conducir el Ministerio de Educación de la Nación durante la presidencia de Néstor Kirchner.

De todos modos, el actual senador nacional del Frente para la Victoria (FpV) es uno de los pocos que le dijo no a los K y vivió para contarlo. En 2009, se plantó cuando rechazó la candidatura testimonial a diputado cuando ya era senador nacional. Desde entonces lo empezaron a mirar con desconfianza en el oficialismo, lo que le valió algún desplante y puso en el freezer su relación con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Algo que se agravó cuando desoyó órdenes de la Casa Rosada e impulsó la ley de protección de glaciares.

Nacido el 3 de junio de 1955 en el seno de una familia judía, Daniel es hijo de Salomón Filmus, quien llegó a Argentina a los cuatro años desde la ex República Socialista Soviética Autónoma de Moldavia. No pudo terminar la escuela primaria y empezó a ganarse la vida vendiendo telas en Once.

Señalado como un niño prodigio, Daniel inició la escuela primaria con 4 años, de la mano de su madre, profesora de inglés. "La foto de mi primer día de clases me muestra con guardapolvo y moño a lunares; tenía 4 años porque mi hermano mayor me había enseñado a leer y escribir", describe el propio candidato K que este domingo vuelve a enfrentarse con Mauricio Macri, que busca la reelección como jefe de Gobierno porteño.

Ya en 2007, Macri había derrotado en segunda vuelta a Filmus. En octubre de ese año, Filmus fue electo senador nacional del FpV por la Capital Federal, cargo que ocupa hasta la actualidad. El ex ministro, que se jacta de ser un gran jugador de truco, se recibió de Licenciado en Sociología en la Universidad de Buenos Aires en 1977, en pleno gobierno militar. Obligado a sacarse la barba, se había dejado unos bigotes estilo mexicano.

Filmus, que siempre recuerda sus momentos de militancia, tuvo dos hijas: Malena, con su primera mujer, una socióloga de nombre Mónica. Y Maite, con su actual pareja, una psicoanalista llamada Marisa.

A sus 56 años, Filmus aún convive con incómodas huellas del pasado. Trabajó con el polémico ex intendente porteño Carlos Grosso y que fue asesor de la ministra menemista Susana Decibe, autora de la ley federal de educación, en 1993. Se defiende diciendo que abandonó el proyecto ante las primeras discrepancias. Pero lo cierto es que participó activamente en los contenidos de la ley de educación presentada por el menemismo. Años después, en la era Kirchner, aplicó una reforma, pero las modificaciones fueron mínimas, según precisan los especialistas.

Identificado con el peronismo de los setenta y luego integrante de las fuerzas progresistas del Frepaso en los noventa, Filmus fue elegido por Aníbal Ibarra para hacerse cargo de la dirección de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. El triunfo de la Alianza en la Capital Federal, el 7 de mayo de 2000, le abrió las puertas para ingresar al gabinete porteño de Ibarra, donde trabajó para reestructurar y recomponer el salario docente.

En 2003, cuando Ibarra impulsó su reelección en la ciudad lo había elegido para ser su compañero de fórmula, pero el presidente Kirchner se impuso en las elecciones nacionales y lo designó como nuevo jefe de la cartera educativa.