Ricardo Lorenzetti le envió una carta a su sucesor en la presidencia de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, en la que blanquea (y potencia) la feroz tensión desatada desde que Rosenkrantz le ganó la pulseada por la presidencia de la Corte Suprema.

 

El texto del santafecino tiene párrafos por demás duros. "El clima de tensión, de temor, de amenazas telefónicas, de falta de respeto de los derechos del trabajador y de la persona humana, así como de los procedimientos internos de la Corte, fue lo que generó la paralización momentánea", dice Lorenzetti en su escrito.

 

LPO explicó que Rosenkrantz puso en evidencia el malestar al publicar anoche una resolución en la que ordena la "restitución" del acceso al Centro de Información Judicial (CIJ) y a sus contenidos, ya que cuando Lorenzetti se fue, se llevó con él las claves de acceso que controlaba su protegida María Bourdin y en una decisión que bordea lo irracional, cerró el sitio que desde entonces está congelado y sin posibilidad de acceder a sus contenidos.

 

"En el día de la fecha me ha sorprendido su resolución número 3018 que ha publicado con ribetes de escándalo, algo que nunca ha sucedido en los últimos años y propio de épocas que hemos querido superar", expresó Lorenzetti en una carta dirigida a Rosenkrantz.

 

Desde que Lorenzetti fue desplazado de la presidencia, la agencia de noticias del Poder Judicial quedó en el centro de la pelea.

 

En su carta, el ex presidente de la Corte dice lamentar"muchísimo semejante mediocridad pero, estando en juego el prestigio de la institución, me veo obligado a contestar".

 

Y a partir de ahí enumera una serie de hechos. "Hace muy pocos días, Usted se apersonó en el despacho de la Secretaria de Comunicaciones efectuando expresiones que contrarían las directivas de la política de Estado en materia comunicacional, proponiendo una suerte de privatización del Centro de Información Judicial (CIJ)", señala.

 

Y sigue la carta: "Ante la respuesta de que eso debía ser decidido por la Corte, y no sólo por la futura presidencia, hubo expresiones que se apartan notoriamente de los criterios de respeto que se le deben a un Secretario de Corte (que tiene el rango de un juez de Cámara), de la política de género y protección de la mujer que la propia Corte lleva adelante, y de la independencia que se le debe a un periodista profesional".

 

Agrega Lorenzetti: "No hay ninguna razón para este tipo de medidas autoritarias, sorpresivas, que no fueron habladas entre los ministros, que provocan un escándalo que no hace nada bien al tribunal".

 

Fuente: La Política Online