Carlos Tula fue la estrella popular del desfile. Llegó con las máximas autoridades del Ejército Argentino en uno de los dos aviones que trajo a la ministra Nilda Garré. De zapatillas deportivas azules, pantalón de corderoy marrón oscuro, un buzo deportivo azul y un saco de cuerina borravino, ambas manos con anillos de oro y piedras preciosas azules, y dos collares con grandes cruces colgando del cuello, las cámaras de la televisión se detenían en su cara cuando hacían una paneo del público sanjuanino en el palco oficial. Al terminar el desfile, se quedó 20 minutos sacándose fotos con políticos sanjuaninos, militares -en funciones y retirados- y grupos de jóvenes. Incluso, los oficiales del Ejército esperaron a que terminara esas sesiones de fotos para marcarle el camino a los colectivos que lo llevarían con las autoridades desde el centro al Casino de Oficiales del RIM 22, donde participó en el almuerzo oficial. DIARIO DE CUYO lo juntó para una foto con el gobernador José Luis Gioja, a quien le apodan "Tula" en el mundo de la política, y ambos accedieron gustosos y orgullosos.
"Eh, vení, vení Tula. Ché, déjenlo pasar", ordenó el gobernador Gioja a la custodia que intentó sacar a los empujones a Tula. Allí cruzaron muy pocas palabras:
-¿Sabía que al Gobernador también le dicen Tula?
-"Sí, sabía. Pero él es mucho más que yo, porque es gobernador".
Luego, sin Gioja, el colorido Tula respondió algunas preguntas:
-¿Le gustaría Gioja como presidente?
-El se está queriendo postular. El es peronista, y siendo peronista tiene posibilidades.
-¿Qué hace Tula en San Juan en el Día del Ejército?
-Vine porque me siento compenetrado con el Ejército. Perón fue un general del glorioso Ejército Argentino. Yo quiero a las fuerzas armadas. El pueblo hoy -por ayer- salió a las calles porque la gente quiere esto. Es un sentimiento que han querido y no han podido borrar".
-¿Cómo llegó?
-En uno de los dos aviones oficiales. Me invitó un amigo personal, el general Hugo Domingo Bruena (Secretario General del Ejército), que es rosarino y fanático de Rosario Central como yo.
¿Está de acuerdo con el planteo que este gobierno hace de las fuerzas armadas?
-Negativo. Yo soy peronista y somos un sentimiento nacional y popular. Nosotros no estamos contra las fuerzas armadas porque el General -Perón- integró las fuerzas armadas. No hay país que pueda estar sin las instituciones.
-¿Vino antes a San Juan?
-Sí. La última vez que creo que fue con Menem. Antes estuve con Camus, también vine con Ubaldini y con Cámpora.
¿Va a estar en el mundial de Sudáfrica?
-Si Dios quiere sí.
-¿Cómo ve a la Selección Argentina?
-La veo bien. Depende de que Diego tenga las luces prendidas. Ojala siga como está.
Con 68 años, Tula fue el bombista oficial de Carlos Menem, del peronismo, la CGT, de más de un jefe sindical. También lo fue de Carlos Ruckauf y hasta de Eduardo Duhalde. En Rosario dicen que tuvo que dejar la ciudad cuando conducía la barra brava de Central, de quien es hincha pasional, y lo acusaron de pasarle datos a la policía. "Marcaba gente", le siguen imputando. Pero por ese oficio llegó hasta Japón alentando a la selección argentina de fútbol. Y recorrió el país arengando multitudes en los actos políticos.
Ayer, desde el palco oficial, repartió saludos a todos con las manos en alto y los dedos en V.
