El dirigente peronista Miguel Unamuno falleció ayer en Capital federal a los 77 años, tras padecer una enfermedad crónica, y sus restos serán velados el lunes próximo en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.

Pablo, uno de sus nueve hijos, señaló que el deceso ocurrió ayer minutos antes de las 7 en el Sanatorio Anchorena, adonde había sido internado hace más de una semana por complicaciones derivadas del enfisema que sufría desde hace varios años.

Unamuno había reemplazado a Carlos Ruckauf y de ese modo fue el último ministro de Trabajo de la administración de María Estela Martínez de Perón, conocida como "Isabelita".

El dirigente fue ministro de esa cartera entre el 3 de febrero de 1976 y el 24 de marzo de ese año, fecha en que Isabel fue desplazada por la dictadura militar.

Unamuno estuvo casado 25 años con Lilia Ethel Saralegui, ex legisladora porteña, con quien tuvo seis hijos, de los cuales Pablo era el mayor.

Tras divorciarse, contrajo enlace con Analía, su actual pareja que le dio tres hijos más.

Unamuno se desempeñó como interventor del Archivo General de la Nación (AGN) en calidad de ad-honorem hasta hace un año y medio y había sido declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires el 2 de julio de 2002.

El proyecto que contiene el reconocimiento expresa:

"Don Miguel Unamuno es un viejo y reconocido militante del movimiento nacional peronista, respetado por todos los sectores políticos argentinos por su honestidad y tenacidad en la defensa de los derechos nacionales y populares". Fue presidente del Concejo Deliberante porteño y dos veces diputado nacional.

Historiador y ensayista, el veterano dirigente peronista también había dirigido, junto a Oscar Troncoso, ‘Desmemoria. Re-vista de Historia’, trimestral, cuyo número uno de 1993 estuvo destinado a analizar el golpe del 4 de junio de 1946.

"Mi padre fue una persona que me enseñó todo políticamente, aunque a veces estuvimos enfrentados con distintas posiciones, pero tuvimos una relación no solo afectiva sino también de consejero político e intelectual. Compartimos la misma pasión por los hechos del pasado y la política del presente", evocó Pablo.

Si bien admitió que se peleaban "bastante" por temas de la política, destacó que era un hombre "íntegro" que atravesó "la cárcel y la persecución" en 1955, 1959 y 1976.