La presidenta Cristina Fernández anunció ayer la creación de la asignación universal por hijo para todos los menores de 18 años de familias desocupadas o que tienen empleos en la economía informal, y para los discapacitados, que consistirá en una suma fija de 180 pesos. El plan, que será financiado con fondos del ANSES por un total de casi 10 mil millones de pesos, se aplicará a partir de 1 de noviembre y comenzará a ser efectivo a partir del 1 de diciembre.

Quedan excluidos del beneficio los trabajadores que se desempeñen en la economía informal y estén, percibiendo una remuneración superior al salario mínimo, vital y móvil.

"Si digo que con esto termina la pobreza sería hipocresía y cinismo. No va a ser el fin de la pobreza pero confiamos que puede constituir un paliativo para los sectores que todavía no tienen la posibilidad de un trabajo decente", sostuvo la mandataria tras el anuncio.

En un acto en el Salón de las Mujeres de Casa de Gobierno, al que asistieron gobernadores, legisladores, dirigentes sociales y representantes de la Iglesia, la jefa de Estado señaló que el trabajo decente "es el único instrumento para combatir y erradicar pobreza" y defendió la política de empleo y previsión social implementada desde 2003.

La asignación consistirá en una presentación monetaria no retributiva de carácter mensual, que se abonará a uno sólo de los padres por cada menor de 18 años que se encuentre a su cargo o sin límite de edad cuando se trate de discapacitado.

En ambos casos, siempre y cuando que no estuviere empleado, emancipado o percibiendo alguna de las prestaciones previstas en la ley 24.714 (Régimen de Asignaciones Familiares).

La prestación se abonará por cada menor acreditado por el grupo familiar hasta un máximo acumulable al importe equivalente a cinco menores.

El 80 por ciento del monto previsto se abonará mensualmente a los titulares de las mismas a través del sistema de pagos de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) y el 20 por ciento restante será reservado en una Caja de Ahorro a nombre del titular en el Banco Nación percibido a través de tarjetas magnéticas emitidas por el banco, sin costo para los beneficiarios.

Los monotributistas sociales se encuentran alcanzados por las previsiones de la medida. La percepción de las prestaciones previstas en el presente decreto resultan incompatibles con el cobro de cualquier suma originadas en Prestaciones Contributivas o No Contributivas nacionales, provinciales, municipales o de la ciudad autónoma de Buenos Aires.

La medida faculta además a la ANSES a dictar las normas complementarias pertinentes para la implementación operativa, la supervisión, el control y el pago de las prestaciones y el presente decreto comenzará regir a partir del 1 de noviembre pasado.

Al dirigirse a los legisladores opositores que en su momento votaron en contra de la estatización de las AFJP, Cristina afirmó: "Fíjense cómo podrían haber ayudado para que esto se pueda llevar adelante" y agradeció a los diputados y senadores que acompañaron aquel proyecto.

Para terminar, Fernández de Kirchner definió la medida anunciada como "un acto de estricta reparación" y añadió: "de justicia va a ser cuando el padre tenga un buen trabajo, un buen salario y una buena casa".

La Presidenta pidió que estos acuerdos no se logren "desde el slogan, los desafíos, los insultos y descalificaciones, sino desde ideas que se puedan llevar a la práctica como esta".