La escasez de agentes en los tribunales provinciales, según dijo la mayoría de los jueces consultados por este diario, está afectando en la calidad y el plazo de tramitación de los juicios. Mientras la Corte de Justicia vienen prometiendo desde hace tres años que cubrirá las vacantes que existen, el fuero Penal es el más afectado: con el ingreso de unas 1.500 denuncias en promedio por mes en cada Juzgado, los magistrados aseguraron por primera vez en “on” que no dan abasto y que la falta de trabajadores le está generando más demoras para resolver las causas. En los fueros de Menores y Familia no la pasan mucho mejor, en el Laboral y el de Paz afirmaron estar bien y en el Civil, mayormente, se declararon conformes.
Que resolver una causa tarda más de la cuenta no es una novedad, es casi crónico aquí y en el país. Lo dijo el presiente de la FACA, Ricardo de Felipe, cuando pasó por San Juan. Hay procesos penales que tardan más de una década y civiles que insumen 3 o 4 años.
Sin embargo, de acuerdo a lo que dijeron los jueces locales que más sufren la falta de personal, el diagnóstico se va agudizando a medida que se generan vacantes y no se cubren (ver página 5). En la Justicia trabajan hoy unos 600 empleados sin contar jueces, fiscales, defensores y asesores y los puestos vacíos superan los 150. Faltan abogados, instructores, escribientes y ordenanzas.
Este diario habló con un defensor y 19 jueces de primera instancia (es donde se investiga, se producen pruebas y, en definitiva, donde se sustancia la mayor parte del proceso) de todos los fueros y del relevamiento, surge que los que investigan delitos son los que peor la pasan. Aunque, en realidad, los perjudicados directos son los justiciables que no encuentran respuesta en términos razonables.
Los jueces Penales Benito Ortiz, Guillermo Adárvez, Maximiliano Blejman, Pablo Flores, Daniel Agudo y Silvina Rosso casi que respondieron con una sonrisa en señal de obviedad sobre los pocos agentes que hay y las demoras que se acentúan, aunque sin decir cuánto tiempo más.
“Sin más personal, el atraso es mayor, en algunos turnos nos ingresaron entre 1.500 y 2.000 causas”, aseguró Flores, quien además dijo que necesita, al menos, 2 personas más para instruir causas.
Esta vez, los jueces hablaron abiertamente. Las quejas y broncas sonaban a diario en Tribunales, pero por lo bajo. Claro que, ahora, la mayoría coincide en que la situación es más crítica porque los litigios aumentan y hay menos recursos humanos.
Blejman, juez de Instrucción Nº 4, contó que “hasta 2002 en el Juzgado eran 11 empleados, hoy somos 6”. Y dijo que “priorizamos las causas con detenidos, en todas las otras hay demoras y con menos empleados se va notando más”.
Según Ortiz, que es juez de Instrucción Nº 1, “faltan 2 empleados por lo menos, tengo que poner un instructor en la Mesa de Entradas”. “El trabajo se demora más”, aseguró.
Para Agudo, juez Correccional Nº 2, “hay una demora enorme y con 3 instructores menos, no se puede evitar que las demoras aumenten”. Y Rosso, del Juzgado Correccional Nº 4, sostuvo que “me faltan 2 personas y se está por jubilar una más, estamos al día en causas con detenidos, accidentes de tránsito… pero hay otros procesos atrasados y la falta de personal influye”.
En Jáchal, que pertenece a la Segunda Jurisdicción, la cosa no es muy distinta. “Falta un oficial de justicia, no hay escribiente penal y naturalmente se atrasa más todo”, aseguró el defensor oficial Sohar Aballay.
En el ambiente jurídico dicen que “el fuero Penal es la cara de la Justicia”. Sucede que allí se tratan los casos de interés público, que están íntimamente relacionados a la seguridad ciudadana, se intenta preservar a la gente de abusadores, ladrones, homicidas y donde se dirime la libertad de las personas. Suficientes y notables argumentos para que preocupe que sea justamente ese sector el que esté más desprovisto de trabajadores.
En otros sectores, las demoras también quedan en evidencia. Gustavo Almirón, juez de Familia Nº 2, contó que le faltan 2 abogados y que algunas audiencias las está dando para febrero, en tanto que su colega Estela Tejada, del Juzgado de Familia Nº 2, señaló que espera que les designen 5 personas y si bien dijo que “no hay un gran atraso”, fija audiencias recién “para marzo”.
La jueza de Menores Nº 2, Julia Camus, aseveró que “faltan empleados en la secretaría Civil y tuve que sacar de la Penal para reemplazarlos, desvestí un Santo para vestir otro”. A eso, agregó: “Para estar al día, vengo hasta los fines de semana”.
Margarita Camus, jueza de Ejecución, reveló que necesita más empleados y fundamentalmente un “equipo interdisciplinario” como marca la ley. Y también habló de dilaciones a raíz de esas carencias.
En el fuero Civil, dos de tres magistrados se mostraron más satisfechos. Héctor Rollán, del Juzgado Nº 1, manifestó que “estamos al día con despachos y causas a resolver, nos haría falta solamente un empleado”. Abel Soria se mostró en sintonía con él, pero Sergio Rodríguez aseguró que está en una situación complicada y difícil de sostener (ver página 5).
Siempre según los jueces, la contracara son los fueros de Paz y del Trabajo. Los magistrados laborales Gladys Rubia y Gustavo Taddei dijeron que no les faltan empleados y los de Paz Juan Carlos Noguera (9 de Julio) y Pedro Rizzo (Valle Fértil) están “relativamente” bien y prácticamente al día.