En la Iglesia intuyen que el Gobierno irá por más tras adjudicarse el triunfo legislativo por el matrimonio entre personas del mismo sexo y hasta especulan con un pronto tratamiento del aborto como paso siguiente hacia leyes que los obispos consideran un atentado al derecho humano a la vida.
"Ya crearon un clima social favorable para despenalizar esa práctica, más allá de los casos contemplados en el Código Civil, ahora van por otros crímenes por más abominables", advirtió un vocero episcopal. En esta línea, los sectores eclesiásticos más duros ubicaron el proyecto tendiente a justificar el filicidio materno, iniciativa con dictamen de comisión y lista para ser tratada en el recinto de la Cámara de Diputados.
Están también en la mira de la Iglesia las propuestas parlamentarias para despenalizar la tenencia de estupefacientes para consumo privado y otra para autorizar una suerte de eutanasia por omisión, una norma similar a la ya regulada en la provincia de Buenos Aires como voluntad anticipada.
La primera razón de preocupación episcopal fueron las recientes idas y vueltas en torno a la firma de una resolución del Ministerio de Salud que flexibiliza y amplía una casi olvidada guía técnica de 2007 para abortos no punibles, admitiendo la interrupción voluntaria del embarazo para todos los casos de violación. Pese a que el ministro de Salud, Juan Manzur, salió a negar de inmediato haberla suscripto, la desprolijidad -trascendió- llamó a suspicacias en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina que conduce el cardenal Jorge Bergoglio.
Algunos referentes eclesiásticos consultados por DyN dijeron sospechar de haya existió tal error y menos una desinteligencia entre funcionarios de la cartera sanitaria. "Esto fue una operación política, un globo de ensayo", aseguraron las fuentes eclesiásticas, que le atribuyen la movida al viceministro de la cartera sanitaria, Máximo Diosque, y la coordinadora del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, Paula Ferro.
Ambos funcionarios salieron a decir que el instructivo ya tenía rango de resolución ministerial, afirmación por la cual fueron desmentidos por Manzur, llamado de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mediante. Tal fue el revuelo por la "Resolución 1184" que el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, debió precisar públicamente que la cuestión del aborto no estaba en la agenda del Gobierno.
Pese a ello, las comisiones de Legislación Penal, Familia y Salud tienen previsto tratar los primeros días de agosto un proyecto de ley presentado por 33 diputados de diversa extracción partidaria que contempla el aborto como un derecho y plantea la necesidad de que esa práctica sea legal, segura y gratuita en los hospitales públicos.
En tanto, el Senado evalúa convocar a Manzur para dar explicaciones sobre la "Resolución 1184" que se asegura nunca firmó, mientras que desde la Iglesia reclamaron renuncias. "Los funcionarios firmantes debieran ser separados del cargo por firmar tamaño documento si es que la desmentida del ministro fue verdadera y no una estrategia política", exigió Guillermo Cartasso, perito de la Comisión Episcopal de Seguimiento Legislativo.
Los obispos consultados por esta agencia dijeron tener indicios de que "la operación aborto" fue perpetrada por "el entorno de Néstor Kirchner". Y pusieron como ejemplo el blog Sin Vueltas, vinculado al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, donde se destaca que el Ministerio de Salud haya dado "otro rango" a la guía de Ginés González García para evitar las "permanentes judicializaciones" de las excepciones contempladas en el Código Penal.
Las mismas fuentes eclesiásticas desvincularon a la primera mandataria de este affaire, al recordar que tiene posición tomada en cuanto al aborto y hasta distante de los argumentos del presidente consorte. "Ustedes ya saben lo que pienso, que no", dijo en China al ser consultada por la prensa. Ya antes de asumir, Fernández de Kirchner había dado muestras de que no tenía intención de confrontar con la Iglesia en este punto tan sensible, al ordenar a la Cámara de Diputados dejar vencer los proyectos sobre regulación del aborto presentados por seguidores de su esposo y fogoneadas por el saliente ministro González García.
La Iglesia católica logró entonces postergar aquel tratamiento legislativo para reglamentar los abortos no punibles mediante sugerencias por escrito a los diputados, que llevaron el argumento de los derechos humanos como idea fuerza. Un flanco vulnerable para el kirchnerismo.

